Juan Ignacio Luca de Tena

[8]​ Al día siguiente, desde Biarritz, encargó al también conspirador Luis Bolín la adquisición de un avión —el conocido como Dragon Rapide— que permitirá a Franco trasladarse desde Gran Canaria a Marruecos para liderar la sublevación.

[11]​ Fue recibido en destino por tres mil personas en la Estación Mapocho de Santiago.

[15]​ Se manifestó como un incondicional defensor de la restauración de la monarquía española bajo un régimen constitucional, lo que ocasionó numerosas censuras sufridas por el diario ABC durante el régimen franquista.

[17]​ Su interés por el teatro fue muy madrugador, pues ya a los diecisiete años estrenó la comedia Lo que ha de ser; su gran éxito sin embargo llegó con la farsa ¿Quién soy yo?, estrenada en 1935 y que fue premio Piquer de 1935, un premio otorgado por la Real Academia a la mejor comedia de cada año.

El tema es la suplantación de la personalidad y la acción transcurre en Saldaria, un país imaginario, cuyo presidente, Mario Colomer, encuentra un doble perfecto y consentido en Juan Brandel; aceptado el juego, Brandel se gana el favor del pueblo y hasta el de Claudina, amante sin correspondencia del verdadero presidente.

En la obra abundan las referencias políticas no difíciles de interpretar en clave antirrepublicana.

El éxito de esta obra motivó que el autor le escribiera una continuación, Yo soy Brandel (1938).

Su comedia más citada es sin embargo Don José, Pepe y Pepito (1952), aunque su producción incluye otros éxitos como El dilema, Las canas de Don Juan (1925), Dos mujeres a las nueve (premio Nacional Jacinto Benavente, 1949), Las chicas del taller (1963), Yo soy Brandel (1969), El rey de las finanzas (1972), etc.

Juan Ignacio Luca de Tena retratado en el diario madrileño El Liberal (1927)