Alianza Republicana

[2]​ También suscribieron el Manifiesto intelectuales como Vicente Blasco Ibáñez, Miguel de Unamuno, Antonio Machado, Gregorio Marañón, Eduardo Ortega y Gasset o Luis Bello.

A lo largo de 1929 abandonaron la Alianza los republicanos federales y el Partido Radical de Lerroux sufrió una escisión por su izquierda encabezada por Álvaro de Albornoz, al que se unió Marcelino Domingo, que dio nacimiento al Partido Republicano Radical-Socialista, de ideología obrerista, anticlerical y laicista.

Sin embargo, estas defecciones no debilitaron la Alianza que en julio de 1929 decía contar con unos 200.000 afiliados.

A este pacto se fueron uniendo diversos grupos republicanos de carácter regional, como la ORGA de Santiago Casares Quiroga y Antonio Villar Ponte o la Unión Republicana Autonomista de Valencia, dirigida por Sigfrido Blasco-Ibáñez (más tarde se integrarían en el Comité la Derecha Liberal Republicana y los republicanos catalanistas).

Los debates constitucionales, que reforzaron la alianza entre socialistas, radicalsocialistas y Acción Republicana e hicieron salir de la coalición a los radicales de Lerroux y a los progresistas (la Derecha Liberal Republicana, que había cambiado su nombre en agosto de 1931 por el de Partido Republicano Progresista), significaron el fin formal de la Alianza Republicana.