La mayor base electoral del Partido Reformista se situaba en Asturias, donde llegó a tener numerosos representantes en las instituciones locales y provinciales.
Sin embargo, el rey no los llama a gobernar y vuelve al sistema del turno nombrando al conde de Romanones presidente del Consejo de Ministros.
Sin embargo, pronto se comprobó que los obstáculos tradicionales (la propia Corona, el Ejército y la Iglesia católica) a llevar a cabo una reforma se mantenían en pie, y bastó la protesta de un cardenal y del nuncio para que la propuesta de cambio del artículo 11 fuera retirada.
[2] Tras proclamarse la Segunda República en 1931, Melquiades Álvarez lo reconstruyó con el nombre de Partido Republicano Liberal Demócrata.
Llegó a tener diez diarios a lo largo de la provincia asturiana, y muy singularmente el periódico gijonés El Noroeste,[10] que se convirtió en órgano del partido y que con el tiempo llegaría a ser una de las publicaciones más leídas de Gijón.