Augusto Barcia Trelles

Tras el final de la Guerra civil española marchó al exilio.

En 1931 el gobierno le designó presidente del Consejo Superior Bancario y un año después sería nombrado representante de España ante la Sociedad de Naciones, en Ginebra.

Ante aquella situación, AR se uniría a los republicanos gallegos y los radicalsocialistas independientes para formar un nuevo partido, Izquierda Republicana (IR), formación en la cual Augusto Barcia también se integraría.

[23]​ Viendo la guerra irremisiblemente perdida, en 1939 abandonó Europa y se trasladó a Hispanoamérica, instalándose en Buenos Aires.

[23]​ A su marcha al exilio se sumó la represión por parte de la dictadura franquista.

[24]​[22]​ Se llegó a proponer, incluso, la pérdida de su nacionalidad española.

[24]​ Desde 1941 fue presidente del Patronato Hispano-Argentino de Cultura, desarrollando una febril actividad como escritor y conferenciante.

Además del español, también dominaba el italiano, el francés, el inglés y el alemán.

Habiendo sido iniciado en la logia madrileña Ibérica en 1910 desarrolló una importante labor en la institución masónica al punto que fue elegido Gran Maestro del Grande Oriente Español en 1921.

fue elegido Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33 para España del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, cargo que desempeñó hasta 1933, año en el que renunció al mismo por entender que la masonería debía estar apartada de toda actividad política, argumentando su dimisión de la siguiente forma:

Augusto Barcia (izquierda), cuando era ministro de Estado, junto a Santiago Casares Quiroga (derecha), presidente del gobierno, en los Jardines del Retiro de Madrid (1936).