Para sus fundadores la asociación tenía por objeto tanto garantizar la veracidad de los relatos sobre la realidad de la Unión Soviética como dar a conocer los logros y la problemática del socialismo en la URSS, saliendo al paso de la propaganda adversa de los grupos conservadores y de la derecha.
[1] [2] Su creación fue provocada por la celebración de la III Internacional, a cuya convocatoria acudieron sectores revolucionarios del Partido Socialista Obrero Español que en 1921 formarían el Partido Comunista de España, y por la apreciación de obreros e intelectuales ante los logros de la Unión Soviética.
[3] En ese sentido escribió Antonio Machado:[3][4] Debido a trabas administrativas no fue posible su creación durante la Dictadura de Primo de Rivera.
[3] La presencia entre los firmantes del manifiesto fundacional de un buen número de personalidades que poco o nada tenían de comunistas como Jacinto Benavente, Concha Espina, Pío Baroja, Marañón o Valle-Inclán suscitó un gran revuelo.
Muchos de ellos explicaron y justificaron sus firmas en la prensa como fruto de sus simpatías por la cultura y el pueblo rusos y no de su afinidad al régimen estalinista o denunciaron haber sido engañados.