Cristóbal Ruiz Pulido
En 1911, todavía en París, el pintor conoció a Madeleine, con quien tendría su primera hija un año después.Se instalaron luego en Bélgica y durante su permanencia en Bruselas estalló la Primera Guerra Mundial, lo que les llevó a regresar a casa de los padres del pintor, en Villacarrillo, y más tarde a Madrid, donde Cristóbal concluyó sus estudios de Bellas Artes.Ya entonces su inclinación al retrato y al paisaje se habían hecho evidentes, y su estilo, academicista pero con influencias de las vanguardias, aunque «distante de las más radicales experiencias formales»,[4] «invitaba [en los paisajes] a la reflexión contemplativa», evocando en quien contempla su obra «un mundo sereno, silencioso, callado, equilibrado».Con Machado, del que conservaba una amena amistad, fue contertulio de San Gregorio en Segovia, reunión intelectual en la que conoció también a otros artistas como los ceramistas Fernando Arranz y Juan Zuloaga, y el pintor Eugenio de la Torre.En sus dilatadas visitas a México, donde residía su hija, pintó otro de sus más reconocidos retratos, el del músico Pau Casals (1957) y de la psicóloga Mercedes Rodrigo Bellido (1952).