Participó desde edad temprana en exposiciones nacionales; a los veintiún años, en 1864, obtuvo medalla de tercera clase.
Lograría el máximo galardón en 1878 con El entierro de san Sebastián (San Sebastián en la cloaca Máxima), colosal lienzo que actualmente cuelga en el Museo del Prado.
[1] Regresó a Madrid seis años después, en 1880.Pintó principalmente temas religiosos e históricos, aunque también se dedicó a la pintura de género y la decorativa.
Su estilo se atiene al gusto académico predominante en la época: predominio del color sobre el dibujo y pincelada suelta; el uso de tonos pardos delata influencias del barroco.
En 1911-1912 le dio clases particulares de pintura al artista adolescente argentino Jorge Larco (1897-1967), quien llegaría a ser un destacado acuarelista.