Ángel Ferrant

[6]​[7]​ Por los mismos años inició sus contactos con el norteamericano Alexander Calder, del que los Amigos de las Artes Nuevas expusieron su Circo en miniatura.

Estas gestiones, finalizadas con éxito, pudieron sin embargo estar en el origen de su posterior arresto.

Al parecer, no había otro motivo para la detención de los Ferrant que su amistad con Ordeig, juzgado finalmente en Barcelona un año más tarde.

[15]​ El 6 de septiembre los responsables del Ministerio de Hacienda, al que habían sido transferidas las competencias sobre el Tesoro Artístico, procedieron a remodelar las Juntas Delegadas, a cuyo frente se colocaron los gobernadores civiles y Ferrant quedó como auxiliar técnico sin funciones ejecutivas.

[17]​ Sometido a expediente disciplinario, en abril presentó un escrito exculpatorio detallando sus actuaciones al frente de la Junta Delegada.

[18]​ También finalizada la contienda recuperó la creación artística que había abandonado en tiempos de guerra.

El encargo consistía en la realización de once figuras, once autómatas de madera que mediante un simple mecanismo de cigüeñales y un motorcillo movían las partes articuladas (tocando una guitarra, abanicándose, balanceando el torso...) que se conservaron en la fachada hasta 1983, momento en que se llevaron a una exposición, para quedar resguardadas en adelante en el foyer del teatro.

En 1949 expuso sus móviles, cercanos a Calder, y su contrapunto, la serie de esculturas Estáticas.