Sin embargo la ley sucesoria del reino prohibía a las mujeres reinar o transmitir la Corona en herencia a sus hijos varones por lo que recayó en el pariente masculino más cercano, ese era Felipe de Valois, hijo de Carlos.
Este conflicto dinástico desembocó en una confrontación entre ambas coronas, la guerra de los Cien Años (1337-1453).
Con la dinastía Valois, durante los reinados de Luis XI y su hijo Carlos VIII, se inicia en Francia, a la par que en Europa, el proceso político y socioeconómico que desembocará en la creación de las monarquías autoritarias frente a las viejas instituciones feudales, representadas por la nobleza, que se oponían a la concentración del poder en manos del rey como sucedió en la Guerra loca (1485-1488) .
En 1498 fallecía el último miembro de la rama principal, el rey Carlos VIII, sin herederos varones por lo que la corona fue a parar a Luis II de Orleans, pariente cercano del rey fallecido.
En 1515 la Corona francesa pasaba a Francisco que un año antes se había casado con la hija del rey.
Al igual que su hermano fue hecho prisionero por los ingleses en el transcurso de la guerra (1412) y no fue liberado hasta 1444.
Pese a la derrota en el área italiana, Francisco pudo mantener el control de la Borgoña francesa y abrir la puerta a la expansión francesa hasta el Rin que culmina el rey Luis XIV ya en el siglo XVII.
La paz de Cateau-Cambrésis (1559) confirmó la hegemonía hispánica en Europa pero Francia pudo recuperar Calais, última plaza inglesa en suelo francés.
Enrique II de Francia se había casado con Catalina de Médicis en 1533 y tuvieron varios hijos varones que se sucedieron en el trono: Francisco II (1559-1560), Carlos IX (1560-1574) y Enrique III (1574-1589).
La guerra fue favorable a la Corona hasta el reinado de Enrique III cuando Catalina perdió toda influencia sobre su hijo.
Entonces Enrique convocó a los Estados Generales en Blois confirmando su política contra el protestantismo, pero maquinó para alejar a los Guisa del poder ordenando el asesinato del podereoso Enrique de Guisa.
Sin embargo, un fraile dominico miembro de la Liga, Jacques Clément, apuñaló al rey causándole la muerte.
No obstante, el estado borgoñón siguió sus propios intereres como demuestra su alianza con Inglaterra durante la guerra de los Cien Años.
La reina Juana lo había adoptado para que la sucediera, ya que no tenía hijos y no deseaba dejar su herencia a ninguno de sus parientes cercanos, a quienes considerabas enemigos.
La situación cambió en 1435 cuando Renato de Anjou pudo hacerse con el trono napolitano.
Fue sucedido por su hijo Carlos II de Alençon y sus descendencientes hasta su extinción en 1525.