Durante los preparativos de este al sitio de París en el castillo del Château de Saint Cloud, Clément consiguió apuñalarlo con la excusa de entregarle un mensaje personal, a lo que el monarca moribundo pudo solamente replicar con la frase: Los gritos del rey alertaron a sus guardias armados que dieron muerte a Clément, cuyo cuerpo fue sometido posteriormente al suplicio público de desmembramiento y hoguera.
[cita requerida] Se han conservado los documentos del proceso en que se juzgó el cadáver de Clément (Collection des meilleurs dissertations, etc.
Nueve testigos fueron llamados a declarar, y todos declararon bajo juramento que Jacques Clément había apuñalado al rey, y que entonces los guardias reales y los cortesanos se habían arrojado sobre el asesino, matándolo en pocos instantes.
Se leyó la sentencia en nombre de Enrique IV de Francia, sucesor del monarca asesinado, y establecía lo siguiente: "Su majestad, después de oír recomendación del Consejo Judicial, ordenó que el cadáver del mencionado Clément sea descuartizado, atando cuatro caballos a los cuatro miembros, y luego quemado, y las cenizas arrojadas al río, para destruir todo rastro de su recuerdo.
Y más abajo se lee una anotación: "Sentencia ejecutada el mismo día".