Curia romana

El origen del término curia en el transcurso del tiempo ha sido usado para significar varias cosas, en la Antigua Roma por ejemplo podría significar "asamblea" o una parte de los ciudadanos romanos según la división de Romolo, Curia Titia, Faucia, Rapta, Velitia, etc.

[5]​ A partir del siglo XI, curia designa casi que específicamente la "corte papal, inicialmente usado solo para definir el palacio pontificio y luego extendiéndose a las oficinas que en él tenían establecidas sus sedes, y luego, hacia el siglo XII, al complejo de oficinas que dependían de la Sede Apostólica.

[6]​ El término romana podría dar a entender que se llama así en cuanto a que a la sede de la misma se halla en Roma, sin embargo el concepto deriva del hecho que el papa gobierna la Iglesia universal y es su jefe supremo en cuanto sucesor de Pedro, obispo de Roma, por lo tanto la Curia romana se encuentra donde este se encuentre, por ejemplo, durante el período del papado de Aviñón, la curia tenía su sede en esa ciudad, pero continuó llamándose romana; lo mismo sucedió cuando el papa Clemente VIII estuvo en Ferrara, de donde tiene origen la expresión latina ubi Pontifex ibi Roma, «donde está el Papa allí está Roma».

Hasta hace algunos años, existían cargos hereditarios en la curia romana, ostentando títulos denominados "funciones" que finalizaron cuando los Estados Pontificios se perdieron y llegaron a ser parte de Italia.

A las cuestiones analizadas en ella, el presbiterio solo tenía un voto consultivo y tocaba al papa dar la última palabra.

Quienes asistían a este concilio eran los obispos que residían en Roma, incluyendo las diócesis comprendidas en la provincia eclesiástica romana.

Como organismos ejecutivos del romano pontífice, obraban con sede en el mismo Palacio Lateranense.

[25]​ La fundamental estructura de la Curia Romana, establecida en este modo, se mantuvo sin grandes variaciones, prácticamente hasta inicios del siglo XX, con la reforma efectuada por Pío X, que fue precedida también por otros cambios condicionados por la situación política y social de cada momento.

Salvo pequeñas modificaciones en los años subsiguientes, esa fue su configuración hasta la reforma de Pablo VI.

Entre las que vieron luz durante este período fue la Congregación para las Causas de los Santos.

Desaparece en esta estructura la denominación de Congregaciones y Consejos Pontificios, siendo asumidas sus funciones por los Dicasterios, las otras instituciones curiales se incluyen como Organismos de justicia, Organismo económicos; la curia cuenta también con las Oficinas que quedan establecidas por la propia constitución apostólica.

Cada congregación está dirigida por un prefecto, asistido por uno o más secretarios, junto a uno o más subsecretarios, y de un número adecuado de miembros, a los que se añaden los diversos oficiales y consultores.

La Congregación es presidida directamente por el romano pontífice, asistido para cada una de las dos secciones por un pro-prefecto.

Está entre los más activos de estos grandes departamentos curiales, y supervisa la doctrina católica.

Es competente para buscar y solicitar ayudas destinadas a esas obras de caridad.

El Dicasterio para los Obispos (Latín: Dicasterium pro Episcopis) sucede en la estructura de la Curia reformada por la const.

Praedicte evangelium a la antigua Congregación para los Obispos, a ella corresponde la relación con los obispos que no están en territorios de misión o de las zonas que se encuentren bajo la jurisdicción del Dicasterio para las Iglesias Orientales.

Promueve entre todos los hombres una verdadera búsqueda de Dios, fomentando los estudios que permiten compartir información y la estima recíproca.

La Penitenciaría Apostólica tiene competencia sobre todo lo relativo al fuero interno y a la indulgencias como expresiones de la misericordia divina.

Para al fuero interno -sacramental o no sacramental- concede la absolución de censuras, dispensas, conmutaciones, condonaciones y otras gracias.

Además, es una oficina administrativa para las cuestiones relativas a la actividad judicial de toda la Iglesia.

Ejerce también un control adecuado sobre el Óbolo de San Pedro y demás fondos papales.

Pío XI fundó la comisión pontificia[124]​ y amplió sus competencias, que ne la const.

Praedicate evangelium quedan sintetizadas así: estudiar, conservar, protger y valorizar las catacumbas cristianas de Italia"[125]​ La const.

Praedicate evangelium, al relacionar las instituciones vinculadas a la Santa Sede, expone así el papel que desempeñan las Academias Pontificias La Academia Pontificia de las Ciencias[126]​ (Latín: Pontificacia Academia Scientiarvm) fue fundada por la Iglesia católica en 1936 con su nombre actual por el papa Pío XI y se coloca bajo la protección del reinado del sumo pontífice (el papa).

La Academia tiene su sede en la Casina Pio IV, también llamada Villa Pía, en el corazón de los Jardines Vaticanos.

La Academia, que es autónoma, mantiene una estrecha relación con el Pontificio Consejo "Iustitia et Pax".

Praedicate evangelium, diversas instituciones y comisiones, con carácter más o menos temporal, prestan sus servicios a la Santa Sede.

Se produjo la edición tipo latina del catecismo cuatro años más tarde, en 1997.

El servicio diplomático de la Santa Sede se remonta al Primer Concilio de Nicea, cuando el papa San Silvestre I envió legados para que representarle durante las deliberaciones del concilio.

Emblema de la Santa Sede .
Curia Hostilia , el edificio en el que se reunía el Senado romano en el Foro.
Sixto V. Pintura s. XVII , conservada en la Catedral de Santa Cecilia ( Albi - Francia)
San Pío X, fotografía de 1903.
San Pablo VI, fotografía de 1967.
San Juan Pablo II, fotografía tomada en Denver (Colorado) en 1993.
Francisco , sumo pontífice de la Iglesia católica y en cuanto sucesor de Pedro , obispo de Roma . La curia romana asiste al papa en el ejercicio del primado.
Papa Juan Pablo II durante audiencia privada con el presidente de Rusia , Vladímir Putin en 2003.
La Iglesia de la Anunciación en Nazaret , es el mayor edificio de la iglesia cristiana en el Oriente Medio bajo la supervisión de la Congregación para las Iglesias Orientales.
Una representación del Papa Gregorio IX durante la Excommunicamus .
La entrada principal de la Academia Pontificia Eclesiástica.