La Sagrada Congregación del Índice (en latín; Sacra Congregatio Indicis), fue la institución oficial de la Iglesia católica dedicada a la revisión y censura de libros u otras publicaciones impresas, entre los siglos XVI y XX.
[2] Estos esfuerzos de censura comenzaron pronto a ser secundados por autoridades civiles católicas y la jerarquía religiosa local.
Prácticamente al mismo tiempo, el papa Pablo IV (antes el primer inquisidor general, Gian Pietro Carafa) publicó el primer índice pontificio (llamado comúnmente Index Paulino) en el último año de su reinado (1559).
Y además condenó a 59 impresores con cualquier obra que saliera de sus instalaciones.
Como resultado del primer Concilio de Nicea, el emperador Constantino I decretó en 325 que los escritos de Arrio (por ejemplo la Thalia, hoy desaparecida) fuera quemados y quienes encubrieran el texto fueran sentenciados a muerte.
En esa ocasión, según el relato, algunos habitantes "que practicaban la magia", impresionados por los exorcismos cristianos, habrían incendiado una pila con sus libros, equivalentes a un valor que el autor estima en "cincuenta mil monedas de plata".
A diferencia de los ejemplos anteriores, en esta narración los libros habrían sido quemados voluntariamente por sus dueños.