Dirigida en un principio por Jean-Marie François, este fue sustituido muy pronto por Manfred Stern (General Kléber), el jefe más carismático de la XI Brigada.
Durante diez días la brigada mantuvo en este sector encarnizados combates, haciendo pagar con sangre a los franquistas cada metro que estos ocupaban.
No obstante, la penetración franquista en la Ciudad Universitaria obligó a concentrar toda la brigada en esa zona, donde empezó una sangrienta batalla.
[3] El 28 de noviembre volvió a sus antiguas posiciones y la relativa calma del frente permitió su reorganización.
Al día siguiente se recibió la orden de avanzar, pero la realidad era que el batallón había quedado muy mermado en efectivos.
No obstante, logró contener el asalto franquista y hacer fracasar sus planes, aun a costa de graves bajas.
[9] Cuando los italianos del Corpo Truppe Volontarie lanzaron una ofensiva sobre Guadalajara, el 8 de marzo, la primera brigada en llegar a la zona fue la XI.
Lo hizo por la Carretera N-II entre los kilómetros 83 y 97, teniendo que ceder terreno pero ralentizando enormemente el avance de los italianos.
[9] Los tanques de la división italiana Flechas Negras rompieron el sector del frente que defendía la brigada, causándole importantes pérdidas e infligiéndole un grave quebranto en la moral.
Al igual que otras brigadas internacionales, como la XII, la XIII o XV,[13] durante la ofensiva republicana sobre Brunete la XI participó activamente en los combates, especialmente en ataques frontales sobre Quijorna y en el cruce del km 23 de la carretera de Brunete a Alcorcón.
Cuatro días más tarde la Brigada, apoyada por tanques, rompió las líneas del frente en Mediana, aunque no tomó instantáneamente la población, que quedó en tierra de nadie.
Al comenzar la ofensiva franquista en Aragón, el 9 de marzo, la unidad se hallaba posicionada frente a Codo.
La brigada estaba casi destrozada y continuó su repliegue por el sur del dispositivo defensivo, atrincherándose en los accesos de Favara.
[nota 3] Tras la retirada de Aragón, también hubo un nuevo cambio en la jefatura: Ferenc Münnich (Otto Flatter) sustituyó a Rau.
[15] Tras ocupar la localidad, se dirigió a La Fatarella y continuó la penetración sin encontrar oposición hasta alcanzar el cementerio de Gandesa, pero fue aquí donde acabó su avance.
Aquí se encontraba la unidad cuando nuevamente tuvo que hacer frente a la acometida inicial del enemigo, pero no pudo resistir y tuvo que retirarse a la Sierra de Cavalls, donde pudo fortificarse y aguantar nuevas embestidas en las siguientes semanas.