[3] Un mes después intervino en la Batalla de Brunete donde, a pesar de haber luchado bien y conquistar algunas posiciones, volvió a sufrir numerosas bajas sin haberse cumplido los objetivos.
[6] Los internacionales del general «Walter» pronto aislaron Codo, defendida por 182 Requetés carlistas frente a los 2.000 soldados atacantes de la división.
[13] Las bajas sufridas por la División durante estos combates, en medio del invierno turolense, fueron enormes.
[14] El general Vicente Rojo ordenó congregar en Caspe a las Brigadas Internacionales para intentar frenar el avance enemigo.
El 17 de marzo, a pesar de la notable resistencia llevada a cabo por los internacionales, cayó Caspe y empezó una nueva retirada hacia Cataluña y el Levante.
[15] A comienzos de abril la División entró en Cataluña, donde quedaría rodeada del resto de la zona republicana cuando las tropas franquistas llegaron al mar por Vinaroz (Castellón) y cortaron la zona republicana en dos.
Fue la división republicana que más avanzó en toda la batalla en el interior del territorio previamente controlado por las fuerzas franquistas.
Tras este corto reposo, el 15 de agosto regresó al frente y relevó a la castigada 11.ª División.
[24] Para entonces los componentes internacionales de la División ya habían sido retirados del frente y sustituidos por reclutas españoles.