Antonio Aranda Mata

Destacó en el ataque desde dentro a Oviedo y más tarde durante el sitio al que fue sometida la ciudad por las milicias mineras al comienzo de la guerra civil, y más tarde al mando del Cuerpo de Ejército de Galicia.

Según se comentaba entonces, mantenía malas relaciones con los falangistas —Aranda no habría querido contar con la ayuda de los falangistas durante el Sitio de Oviedo—.

Al término de la visita realizó unas declaraciones a un diario portugués en las cuales se mostró partidario de mantener buenas relaciones con el Reino Unido, a la vez que criticaba el interés de Italia por las Islas Baleares.

[7]​ Las palabras de Aranda no fueron del agrado del régimen, y la agencia EFE llegó a declarar que habían sido malinterpretadas.

Según documentos desclasificados por el Servicio secreto británico, en la época que había sido capitán general de Valencia cobró dos millones de dólares como soborno del Reino Unido a través del banquero Juan March para que influyera sobre Franco con el objetivo de que España no participase en la Segunda Guerra Mundial al lado de la Alemania nazi y, en caso de no convencerlo, se sublevara contra el dictador.

[10]​[11]​[12]​ Posteriormente, en 1949, presidía un comité interior de coordinación con socialistas y libertarios, lo que trajo consigo como represalia su pase a la reserva.