Teoría de las relaciones internacionales

Un adherente del realismo puede pasar por alto completamente un evento que un constructivista defina como crucial, y viceversa.El número y carácter de los supuestos hechos por una teoría determina, asimismo, su utilidad.El realismo, teoría parsimoniosa y esencialista, es útil al revisar acciones históricas (por ejemplo: por qué X invadió a Y), pero limitada tanto en explicar cambios sistémicos (como el fin de la Guerra Fría).El liberalismo, por su parte, examina un número muy amplio de condiciones, y es bastante perspicaz para analizar eventos pasados.Ninguna de estas teorías es para predecir eventos futuros, ya que al presuponerse "científicas" asumen la idea de que la ciencia explica el presente y los comportamientos, no predice el futuro.Tucídides concluye que el ser humano es egoísta por naturaleza y tiende a la guerra.Por otro lado Immanuel Kant escribe en su ensayo “La Paz Perpetua” de 1795 que la guerra no es posible entre dos repúblicas, pues cuando las cosas son públicas, es decir, cuando los ciudadanos son quienes disponen, la tendencia natural es no acudir a la guerra, pues racionalmente esta trae más costos que beneficios.[2]​ Debe haber un espacio de discusión entre estados, con reglas claras, en las cuales resolver las diferencias.Paralelamente resurge el realismo con exponentes como Nicolás Maquiavelo, quien contextualizado en la lucha entre reinos y la coyuntura de la formación del Estado Moderno visualiza los conflictos entre las nacientes naciones por imponerse.Por su parte, Hobbes afirmaba que la comunidad políticamente organizada no es natural en el hombre.En 1815 había un sistema multipolar: Inglaterra, Francia, Prusia, Rusia y Austria eran las potencias regentes.Más operacionalmente, el énfasis es poder definir quienes toman decisiones en nombre del Estado.Los tradicionalistas, por su parte, emiten afirmaciones generales y confían en el juicio bien informado como final del análisis.Según esta visión existe una sociedad dividida en burgueses y proletarios, los cuales deben transferir la plusvalía generada por su trabajo.Immanuel Wallerstein empleó una teoría funcionalista y neomarxista basada en la Escuela de los Annales de Fernand Braudel que separaba el mundo en centro-periferia, Wallerstein agregó la semiperiferia como intersección y argumentó que el sistema político internacional de Westfalia surgió para asegurar y proteger el desarrollo del sistema capitalista internacional.Durante el siglo XX, se creía en ideas sobre formas de vida totalizadoras.Por ejemplo, los constructivistas observan que un incremento en la capacidad armamentista estadounidense es comúnmente más vista como un tema de preocupación por Cuba, antagonista tradicional de los Estados Unidos, que por Canadá, un aliado cercano al país norteamericano.La plasticidad entiende que la política internacional es el último nivel de la vida social.Esta corriente analiza el discurso para comprender cómo las identidades de género son construidas socialmente.Argumenta que la práctica de la política internacional ha asumido tradicionalmente valores e identidades masculinas.-La segunda ola analiza empíricamente los casos en los que se aplica esta perspectiva en la realidad internacional.La teoría de la paz democrática argumenta que las democracias nunca han entrado en guerra con otra y tienen menos conflictos entre ellas.Esto es visto como contradictorio especialmente por las teorías realistas y su afirmación empírica es hoy en día una de las más grandes disputas en la ciencia política.Spencer R. Weart argumenta que las democracias conducen su diplomacia, en general, muy diferentemente de los estados no democráticos.Entre otros, el filósofo Norberto Bobbio, afirman que para la supervivencia del ser humano se necesita "proscribir la guerra".Sus principales características se resaltan ante la altísima atención puesta en analizar lo social de las relaciones internacionales como un conjunto.Grotius fue uno de los primeros en plantear la teoría de la paz mundial universal como la meta hacia la que los pueblos deben esforzarse, entre otras cosas, Grotius es esencial para la Escuela Inglesa ya que sus principios del derecho natural, se convirtieron en la base del derecho internacional.El derecho natural, nos dice Grotius, es “aquello que la recta razón demuestra conforme a la naturaleza sociable del hombre”.Esto convierte a la Escuela Inglesa en un precedente del enfoque constructivista, como crítica al materialismo implícito en el neorrealismo, que solo se centra en la distribución de poder entre los actores.Refuerza su punto clave, es decir, su reemplazo por una comprensión de las relaciones internacionales centrada en el Estado.
Hugo Grotius o Hugo Grocio