Economía de enclave
[1] El término ha sido ampliamente usado para describir relaciones postcoloniales de dependencia en países en desarrollo, especialmente en América latina.[5] La empresa usa tanto su capital como sus contactos (explícitos e implícitos) para adquirir tierras y solares, contratar mano de obra y recibir subvenciones públicas en el país receptor de la inversión, subordinar líderes locales, lo que disminuye su capacidad para generar actividad económica no orientada a ese mercado externo.Ello favorece el desarrollo económico del país origen de la inversión pero impide la diversificación productiva y la industrialización del territorio anfitrión; la especialización puede incluso hacer al país receptor más vulnerable frente a los ciclos de precios mundiales y locales.En los enclaves tradicionales, muchas actividades industriales y de servicios eran realizadas por el propio inversionista externo debido a los altos costos de transporte internacionales, al bajo desarrollo económico del país anfitrión, y a la demora que implicaba importar algunos insumos desde el Norte del planeta.Este modelo productivo presenta una disyuntiva, pues si bien sirve para atraer capitales e inversiones al país (como en las maquiladoras) y mejorar la balanza comercial, genera una dependencia de mercados extranjeros y puede ser perjudicial a largo plazo para la viabilidad económica del país.