Mientras que los derechos LGBT son vistos en el mundo occidental moderno como un asunto político de la izquierda, las minorías sexuales y las diferentes sexualidades no pertenecen como grupo a la izquierda o a la derecha política.
En particular, los estados socialistas autoritarios se han opuesto con fuerza a los derechos LGBT y aprobaron varias leyes criminalizando las relaciones homosexuales.
[2] Sin embargo, estas ideas serían descartadas por los influyentes pensadores socialistas Karl Marx y Friedrich Engels, que menospreciaban a los socialistas utópicos por ser ingenuos y por no tener una comprensión adecuada de la sociedad.
[4] El historiador Saskia Poldevaart (1995) afirma que: Desde los inicios del movimiento homosexual europeo, activistas como Karl-Heinrich Ulrichs y Magnus Hirschfeld se acercaron a la izquierda en busca de apoyo.
Estaba preocupado de que las cosas salieran mal para los heterosexuales, como él mismo y Marx, si los homosexuales ganaran derechos.
[18] No escribieron sobre la liberación sexual o hablaron públicamente sobre ningún romance, pero su apasionada relación se puede ver en sus cartas privadas.
Soy un tanto anarquista, creo.» El pensamiento político anarcosocialista de Wilde era compartido con otras figuras que abogaban por la emancipación homosexual a finales del siglo XIX, como fueron John Henry Mackay y Edward Carpenter.
Los grupos de discusión organizados en el Greenwich Village eran frecuentados por la anarquista rusa Emma Goldman, entre otras.
Emil Szittya, en Das Kuriositäten-Kabinett (1923; «El gabinete de curiosidades»), escribió sobre la homosexualidad que «muchos anarquistas tienen esta tendencia.
El anarquista individualista Adolf Brand no se unió al Comité científico humanitario de Hirschfeld, sino que formó un grupo aparte.
Brand y sus colegas, conocidos como Gemeinschaft der Eigenen, estaban muy influenciados por el anarquista homosexual John Henry Mackay.
El recién creado Movimiento del Cuatro de Mayo «socialista» miraba hacia el futuro, olvidándose del pasado, y China comenzó a adoptar los modelos médicos occidentales que veían a la homosexualidad como una anormalidad.
Los líderes comunistas chinos consideraban la homosexualidad como una perversión capitalista que debía ser eliminada para asegurar la liberación de las clases trabajadoras y campesinas.
Las políticas antihomosexuales también fueron hechas valer a través del ostracismo y algunos programas sociales como los matrimonios obligatorios.
En 1997, el gobierno chino anunció que no iba a seguir considerando las relaciones homosexuales voluntarias entre adultos en privado como un crimen y en 2001 el gobierno afirmó que la homosexualidad iba a dejar de considerarse una enfermedad mental.
[24] Las autoridades chinas han cerrado páginas web que ofrecían información al colectivo LGBT y en diciembre de 2005 el planeado festival cultural gay y lésbico de Peking fue prohibido por las autoridades, acabando en una redada policial.
Estos grupos, conocidos como el «movimiento homófilo», eran en su mayor parte políticamente neutrales, aunque sus orígenes fueran diversos: la estadounidense Mattachine Society y la holandesa COC tenían su origen en la izquierda,[62] mientras que el círculo de la francesa Arcadie se originó en la derecha.
[63] Harry Hay, a quien muchos consideran el padre del movimiento de derechos gais en los Estados Unidos, fue inicialmente sindicalista.
Aunque la radical Angela Davis había estudiado con Marcuse y fue muy influenciada por él, no reconoció su homosexualidad públicamente hasta 1999.
[66] Los grupos socialista en el mundo anglosajón respondieron a la liberación gay de dos posibles formas.
[68] Otros socialistas lamentaban el declive percibido en la izquierda tradicional y el desplazamiento del foco del movimiento obrero a lo que consideraban «asuntos secundarios» de la clase media, que distraían o diluían la lucha de clases.
Mientras tanto, por lo menos en el mundo occidental, se había desarrollado y extendido desde la década de 1960 la corriente política de los derechos civiles para las minorías, que contribuyó a la emancipación gay, pero también se vio promovida por este.
En los últimos años, las comunidades LGBT han conseguido importantes avances sociales y políticos, mientras que la izquierda tradicional ha decaído.
[cita requerida] Algunos sectores de la derecha, haciendo énfasis en las libertades individuales más que en el conservadurismo social, han comenzado a defender una perspectiva libertaria de los derechos LGBT; grupos gais, como el Log Cabin Republicans y el Independent Gay Forum, critican la «ortodoxia de izquierdas» del movimiento LGBT y la promiscuidad y afeminamiento percibida en la cultura gay, mientras defienden los «valores tradicionales» americanos.
UU. ha adoptado en buena medida políticas anti-discriminatorias que cubren la orientación sexual, incluyendo 460 de las listadas en Fortune 500 (en 2006).
Una rara excepción es el grupo marxista Neue Einheit, que mantiene una página web denunciando la homosexualidad y oponiéndose a los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Existe alguna controversia sobre el grupo Respect - The Unity Coalition, un partido socialista nuevo cuyo liderazgo está dominado por trosquistas del Socialist Workers Party.
El líder del Partido Comunista de la Federación Rusa, Guennadi Ziugánov, también condenó públicamente la marcha, afirmando que era una idea «poco saludable».
En 1996, un marxista, H. Srikanth, afirmaba que la homosexualidad era una perversión decadente burguesa que los marxistas debían prohibir, intentar cambiar con tratamientos psiquiátricos y, si esto falla, «no debía dudar en emplear la fuerza contra el activismo homosexual»[90] El socialismo panárabe en los países musulmanes de Oriente Medio ha considerado la homosexualidad como una enfermedad capitalista y una violación de las enseñanzas del Islam.
El principal partido de centroizquierda Alianza Popular Revolucionaria Americana, se reconoce así mismo como «aperturista» a los temas LGBT y que en sus filas existen varios homosexuales.