Conceptualizando a la izquierda radical como una familia de partidos propiamente dicha,[1] Luke March y Cas Mudde, marcan una diferenciación no siempre empleada entre «radicalismo» y «extremismo», el primero haría referencia al sentido de una orientación hacia el cambio sistémico o de raíz del sistema político, en contraste con el segundo que se mostraría contrario a los valores democráticos.
[2][3] En esta conceptualización se definiría a la izquierda radical como «izquierda» por su internacionalismo y por la apuesta por la justicia social poniendo a la adquisición de derechos colectivos y económicos en el centro de su propuesta, y como «radical» por su rechazo de raíz a las estructuras socioeconómicas propias del capitalismo contemporáneo.
[1] El rechazo a estas estructuras sería lo que les distinguiría de los partidos del centro izquierda y la izquierda convencional.
[4] La dicotomía radicalismo-extremismo, que marcaría una diferencia clara entre partidos de izquierda radical y partidos de extrema izquierda, es análoga a la diferencia entre «minimalistas» y «maximalistas» de Bale y Dunphy.
[5] Así, según Dunphy, abogarían por un cambio sistémico y transformador rechazando las políticas económicas neoliberales.