Redistribución de la riqueza

Se han lanzado muchas propuestas alternativas de imposición, pero sin la voluntad política para cambiar el statu quo.

En todas las sociedades antiguas organizadas (sumeria, egipcia, romana, maya, etc.) existían impuestos y se concebían para pagar el ejército, templos, palacios o administración de justicia.

La idea de quitar dinero a los que tienen mucho para repartirlo entre quienes tienen poco es relativamente moderna.

Aunque las personas beneficiarias de tales programas puedan preferir que se les dé directamente dinero en efectivo, las transferencias mediante subsidios o vales pueden ser más aceptables para la sociedad, ya que así puede controlar en cierta medida cómo se gastan los fondos.

Esta diferencia también puede servir para evaluar otros tipos de redistribución.

Un argumento adicional, que aparece por ejemplo en el trabajo de John Rawls, es que una sociedad verdaderamente justa se organizaría de una manera que beneficiara a los menos aventajados, y cualquier desigualdad sería permisible solo si beneficia a los menos aventajados (por ejemplo, se puede tolerar que los médicos tengan mayores salarios porque, de lo contrario, menos gente estudiaría para médico y no habría quien curara a los pobres).

Thomas Piketty, con su libro El capital en el siglo XXI, es su mayor exponente, criticado en ciertas publicaciones como The Economist.

[20]​ Los autores arguyen que la desigualdad lleva a males sociales creando tensión psicosocial y preocupación por el estatus.

[21]​ Un informe del Fondo Monetario Internacional por Andrew G. Berg y Jonathan D. Ostry encontró en 2011 una asociación fuerte entre niveles más bajos de desigualdad y períodos sostenidos de crecimiento económico.

Señalan que la socialdemocracia requiere un movimiento laborista fuerte (partidos socialistas o similares con opciones de gobernar) para sostener su intensa redistribución, y que es poco realista esperar que tal redistribución sea factible en países con movimientos laboristas más débiles.

[25]​ Los economistas marxistas argumentan que las reformas socialdemócratas –incluyendo políticas para redistribuir ingresos– como el subsidio de paro e impuestos altos a los beneficios y a los ricos, crean más contradicciones en el capitalismo, al limitar más la eficacia del sistema capitalista mediante la reducción de incentivos para que los capitalistas inviertan en aumentar la producción.

Índices de impuestos progresivos alemanes para diferentes ingresos. El impuesto progresivo grava a los ricos con una tasa más alta, para redistribuir los ingresos.
Número de personas muy ricas en el mundo en 2011