Además, es el miembro más grande del Frente Unido de China, liderado por este mismo.
Con una membresía que roza los 100 millones, se ha convertido en una de las mayores organizaciones políticas del mundo y es considerado como el segundo partido político más grande en el mundo.
[15][16] Fundado en 1921 mantuvo inicialmente una alianza con el Partido Nacionalista (Kuomintang) (KMT) que se encontraba en el poder, pero en 1927 el ejército del KMT -China carecía de un ejército bajo mando del Estado-, liderado por Chiang Kai-shek, cambió su postura e inició una campaña de exterminio contra los comunistas, dando inicio a la guerra civil china (1927-1937, 1945-1949).
Zhou Enlai fue otro líder del PCCh de gran relevancia en esas décadas, caracterizadas por intensas campañas de reformas económicas e ideológicas como el Movimiento antiderechista, el Gran Salto Adelante o la Revolución Cultural, que llevó al poder a la llamada Banda de los Cuatro.
En 1912 la Dinastía Qing había sido derrocada, naciendo así la República de China cuyos primeros años se caracterizaron por las luchas internas, en lo que se conocería como la era de los señores de la guerra, y por la sumisión del país a Occidente y al Imperio Japonés, un problema heredado del imperio.
Ambos intelectuales consideraron la Revolución de Octubre en Rusia como un ejemplo a seguir.
Shanghái acabaría por convertirse en la sede del Komintern en el Lejano Oriente.
[24] Ni Li ni Chen pudieran asistir al primer congreso, lo que no evitó que Chen se convirtiera en el primer secretario general del partido.
Sun Yat-sen logró aliviar las cada vez mayores tensiones entre izquierdistas y derechistas dentro del KMT pero su prematura muerte en marzo de 1925 tras un cáncer llevó al general Chiang Kai-shek, de ideología derechista, al poder.
Si bien muchas figuras importantes dentro del KMT, incluyendo Soong Ching-ling, la viuda de Sun Yat-sen, criticaron a Chiang por su desmedida violencia, el general continuó con su campaña anticomunista que no tardaría en convertirse en una guerra civil en toda regla.
En la Reunión de Zunyi, celebrada en Guizhou durante la huida, se reconoce a Mao Zedong como líder del partido.
Chen Duxiu sería expulsado del partido y pasaría a liderar el débil movimiento trotskista chino.
En el ámbito político, en los primeros años de la República popular se mostró cierta tolerancia hacia los grupos sociales considerados burgueses, si bien cuando el vicepresidente Liu Shaoqi visitó la Unión Soviética en 1952, Stalin le aconsejó establecer un sistema unipartidista.
Sin embargo, a ojos del partido, las críticas acaban por ser demasiado severas y la campaña es cancelada.
Sin embargo, la aparente unidad en el seno del Partido comenzaría a entrar en crisis poco después de este congreso.
Desde esta posición, Mao, junto a su esposa Jiang Qing y al líder del Ejército Lin Biao, pondría en marcha a finales de la década de 1960 la Revolución Cultural, una campaña que buscaba recuperar la ortodoxia ideológica del maoísmo, que según Mao y sus aliados se había perdido debido a las disputas internas dentro del PCCh.
Debido a los enfrentamientos internos durante estos años, el IX Congreso Nacional del Partido no se celebraría hasta septiembre de 1969.
La nueva línea oficial del Partido aseguraba que Mao había cometido errores, pero atribuía la responsabilidad principal de los mismos a sus seguidores, respetando la figura de Mao como gran líder revolucionario.
Desde 1978, los Congresos Nacionales del Partido se han venido celebrando con regularidad cada cinco años, y las líneas maestras tanto políticas como económicas marcadas por Deng Xiaoping han sido mantenidas por sus sucesores al frente tanto del Partido como del Estado, Jiang Zemin y Hu Jintao.
El Congreso Nacional elige el Comité Central -formado por 205 miembros en 2022-, que se reúne anualmente y elige al Buró Político (25 miembros), dentro del cual existe a su vez un órgano de poder más restringido formado por los nueve miembros del Comité Permanente del Buró Político.
Deng aportó un cambio notable al pensamiento comunista referido al revalorizar el papel del mercado y la propiedad privada dentro del socialismo, siempre manteniendo la economía bajo dirección de la política, controlada a su vez por el Partido Comunista, denominando a ese enfoque «socialismo con características chinas».
Esta profunda transformación ideológica de valorización del mercado y la empresa privada continuó con el sucesor de Jiang, Hu Jintao, bajo cuyo mandato se intensificaron las reformas políticas y económicas.
Con el ascenso de Xi Jinping al máximo liderazgo del Partido en 2012, se puso el acento en dar prioridad al componente socialista dentro del ideario del Partido, por encima del nacionalismo, buscando reducir la desigualdad social y regional, terminar con la pobreza, combatir la corrupción derivada de los negocios privados y promover un «nuevo patrón de crecimiento» centrado en el mercado interno pero retroalimentado con el comercio internacional.
Hay bastantes especialistas en el marxismo que opinan que actualmente China se encuentra en una fase similar a la de la Nueva Política Económica en los primeros años de la URSS, asentando el capitalismo para, una vez superada esa fase de transición, poder dar el salto definitivo a un modelo socialista afianzado.