[6] Los antepasados de Deng se remontan al condado de Jiaying (ahora renombrado a Meixian), Guangdong,[7] un área ancestral prominente para el pueblo Hakka, y se había establecido en Sichuan durante varias generaciones.
Su segunda esposa, Jin Weiying, lo dejó después de que Deng sufriera un ataque político en 1933.
En ese momento, la Unión Soviética, a través del Komintern, una organización internacional que apoyaba los movimientos comunistas, apoyó la alianza de los comunistas con el partido Nacionalistas del Kuomintang (KMT) fundado por Sun Yat-sen.
En Wuhan, Deng estableció contacto por primera vez con Mao Zedong, que entonces era poco valorado por los líderes militantes prosoviéticos del partido.
Entre 1927 y 1929, Deng vivió en Shanghái, donde ayudó a organizar protestas que serían duramente perseguidas por las autoridades del Kuomintang.
Durante esta etapa en Shanghái, Deng se casó con una mujer que conoció en Moscú, Zhang Xiyuan.
La evacuación fue difícil porque el Ejército de la República había tomado posiciones en todas las áreas ocupadas por los comunistas.
El gobierno del Kuomintang se vio obligado a abandonar Guangzhou (Cantón) y estableció Chongqing como una nueva capital provisional.
Deng Xiaoping pasaría tres años en Chongqing, la ciudad donde había estudiado en su adolescencia antes de ir a Francia.
En 1963 Deng viajó a Moscú encabezando la delegación china que se reunió con el sucesor de Stalin, Nikita Jrushchov.
Las relaciones entre la República Popular China y la Unión Soviética habían empeorado desde la muerte de Stalin, y tras esta reunión - en que no se logró ningún acuerdo - se consumó la llamada ruptura sino-soviética, que en la práctica supuso la suspensión casi total de las relaciones entre los dos grandes regímenes comunistas del mundo en aquel momento.
Durante estos años, Liu Shaoqi y Deng Xiaoping comenzaron a aplicar reformas económicas invirtiendo las políticas del Gran Salto Adelante.
Al mismo tiempo, el culto a la personalidad de Mao, promovido por Lin Biao, alcanzó sus cotas más extremas.
Durante el año 1968, Deng y su esposa Zhuo Lin permanecieron en su casa de Pekín bajo arresto domiciliario por los Guardias Rojos, la milicia creada en torno a la figura de Mao y compuesta principalmente por jóvenes estudiantes.
Deng Xiaoping empezó a ponerse en contacto con sus colaboradores que permanecían en Pekín, donde la situación parecía estar calmándose.
Su trabajo se centró sobre todo en las relaciones exteriores, ya que Mao y - principalmente - la Banda de los Cuatro controlaban con firmeza la política interior.
Sin embargo, Mao eligió finalmente como sucesor a un miembro poco conocido del partido llamado Hua Guofeng.
Al mismo tiempo, partidarios de Deng Xiaoping, como Zhao Ziyang, líder del partido en Sichuan, aumentaban su influencia en el partido gracias a los éxitos de las reformas económicas a pequeña escala en el medio rural.
[26][27] Deng dirigió este influyente programa intentando corregir los errores de la Revolución Cultural.
A pesar de que Hua Guofeng acaparaba formalmente los máximos cargos en la República Popular, su posición, sin apenas apoyos, era cada vez más difícil.
Las reformas, a menudo denominadas el "milagro económico chino", dieron como resultado un crecimiento y desarrollo notables en varios sectores.
Las políticas reformistas de Deng enfrentaron tanto apoyo como oposición dentro del Partido Comunista Chino.
Si bien algunos miembros del partido dieron la bienvenida a los cambios, otros expresaron su preocupación por los posibles riesgos para los ideales socialistas.
Con estas visitas tan significativas, Deng dejaba claro que las nuevas prioridades del régimen chino eran el desarrollo económico y tecnológico.
Fiel a su famosa frase de que «da igual que el gato sea blanco o negro, lo importante es que cace ratones», pronunciada en 1960, y que tantas críticas le había ocasionado, Deng Xiaoping, junto a sus más cercanos colaboradores, como Zhao Ziyang, que en 1980 relevaba a Hua Guofeng como primer ministro, y Hu Yaobang, que en 1981 hacía lo propio con el cargo de presidente del partido, tomaba las riendas del poder y con el propósito de avanzar en las llamadas «Cuatro Modernizaciones» (de la economía, la agricultura, el desarrollo científico y tecnológico y la defensa nacional) ponía en marcha un ambicioso plan de apertura y liberalización de la economía.
La devolución de estos dos territorios se basaba en el principio político formulado por el propio Deng conocido como "un país, dos sistemas", que se refiere a la convivencia bajo una única autoridad política de territorios con sistemas económicos diferentes, comunista y capitalista.
Deng Xiaoping continuó los planes iniciados por Hua Guofeng para restringir la natalidad imponiendo la Ley del Hijo Único, por la cual la mayoría de las parejas solamente podían tener un único hijo bajo pena de sanciones administrativas.
Por un lado, los reformistas como Zhao Ziyang defendían la posibilidad de una salida dialogada mientras que el primer ministro Li Peng defendió el uso de la fuerza militar para desalojar la plaza y acabar con las protestas.
Fue durante este viaje cuando pronunció su famosa frase «enriquecerse es glorioso», la cual apuntaló la economía socialista de mercado.
De esta manera, Deng dejaba claro que la apertura económica no tenía marcha atrás.