Dichos tratados dejaron de ser reconocidos por China en 1949, cuando los comunistas llegaron al poder.
[2] Durante dicha visita, comenzaron las conversaciones informales sobre el futuro de Hong Kong.
Al regresar, MacLehose intentó tranquilizar a los empresarios, pero reiteró que China quería recuperar la soberanía sobre Hong Kong.
La declaración también específica que Hong Kong conservaría su sistema político y económico durante 50 años después de la devolución.
La declaración conjunta tuvo que ser firmada también por la reina Isabel II y el presidente de China, Li Xiannian.
Intentando justificar dicha negativa, el gobierno chino argumentó que la declaración había perdido validez, ya que solo abarcaba el periodo comprendido entre su firma en 1984 y la devolución de Hong Kong a China en 1997.