Persecución de los homosexuales en la Unión Soviética
Tras la Revolución de 1917, los bolcheviques abolieron las leyes zaristas, legalizado el divorcio incausado, el aborto y la homosexualidad.[2] Sin embargo, la legalización de los actos homosexuales consentidos y privados entre adultos solo se aplicaba a Rusia misma.Se detuvo a 98 marineros, soldados y civiles —a pesar de que la sodomía había sido legalizada.En Moscú, los parques alrededor del Bulevar Anillo eran lugares de encuentro preferidos por gais; en San Petersburgo era la Perspectiva Nevsky.Observadores occidentales estimaron que durante el régimen soviético se encarcelaron entre 800 y 1000 hombres al año por este nuevo delito.[8] No se conocen las razones específicas que llevaron a la aprobación de la nueva ley.En 1934, el comunista británico Harry Whyte escribió una larga carta a Stalin condenando la ley y sus motivos llenos de prejuicios.[11] Aunque la carta no tuvo respuesta formal, el escritor cultural soviético Máximo Gorki publicó un artículo en los periódicos Pravda e Izvestia titulado «Humanitarismo proletario» en el que parecía rechazar los argumentos de Whyte uno a uno.[10] Así la homosexualidad se convirtió en un tema que no podía ser representado, discutido o defendido en público.Un ejemplo notable fue el director ruso Serguéi Eisenstein que, a pesar de su homosexualidad,[12] consiguió sobrevivir llevando una doble vida, teniendo aventuras sexuales con hombres, mientras estaba casado con una mujer, y produciendo películas que gustaban a Stalin.Las cifras de hombres desaparecidos en campos de trabajo tras ser condenados por homosexualidad no son conocidas, pero las detenciones masivas durante la Gran Purga garantizaron que la subcultura homosexual resultara invisible durante las siguientes cuatro décadas.Los hombres que eran juzgados por el artículo 121 por homosexualidad y condenados a prisión eran clasificados automáticamente como opushchenñe.En 1964 un manual soviético sobre sexo daba las siguientes instrucciones: «Con todos los trucos a su disposición, los homosexuales buscan y consiguen la confianza de los jóvenes.[8] Tanto esta «psiquiatría represiva», como el artículo 121 eran empleados para garantizar la fidelidad al partido de funcionarios y personajes públicos.Cuando el autor era gay, y específicamente cuando se consideraba que defendía los derechos de los gais, la censura tendía a ser mucho más dura.El autor Guenadi Trifónov cumplió cuatro años de trabajos forzados por hacer circular sus poemas gais y, tras su liberación, se le permitió escribir y publicar con la condición de que evitase describir o hacer referencia a la homosexualidad.