Otra causa fue la supuesta existencia de petróleo en el subsuelo chaqueño que la empresa estadounidense Standard Oil ya extraía en sus bordes serranos.No solo tuvo que enfrentar al ejército paraguayo, sino también a las intrigas de los oficiales del alto mando boliviano.El presidente Salamanca preguntó al jefe de Estado Mayor: Para cubrir las seis etapas del tramo Villazón-Muñoz se necesitaban 480 camiones.[30] Primaban las doctrinas de la temprana Primera Guerra Mundial con sus ataques frontales con enorme costo en vidas y que ya estaban siendo superadas por concepciones más modernas.Sin embargo, la falta de camiones fue crónica y permitió muchas veces que el enemigo, totalmente desarticulado, pudiera escapar.En el frente diplomático, ante la protesta paraguaya como país agredido, Salamanca se mostró firme en no devolver los tres fortines y exigió que fueran incorporados a una «zona en litigio».Cuando los voluntariosos ataques directos no tuvieron éxito, las unidades se desplegaron en los alrededores para emboscar a las fuerzas que pudieran acudir en ayuda del fortín.Se realizó en Muñoz, sede del comando boliviano en el Chaco, una tormentosa reunión de varios generales, que casi termina a los tiros.El alto mando boliviano se negaba a reconocer que no había previsto la sorpresiva estrategia paraguaya de atacar con todo su ejército.Allí se posicionó la 4.ª División al mando del teniente coronel Bernardino Bilbao Rioja, que reemplazó a Peñaranda por motivos de salud.Nuevamente el alto mando boliviano no concentró en la zona una fuerza de ataque importante para lograr un objetivo que hubiera creado serias preocupaciones al comando paraguayo.Este último, un excelente oficial, se suicidaría cuatro meses después afectado psicológicamente por la ferocidad de los combates frente a Toledo.Cuando Kundt se dio cuenta de que esas líneas defensivas ni siquiera eran las principales ordenó suspender el ataque.Sin saber donde estaba el grupo Saavedra, Morant inició sucesivos y sangrientos ataques frontales que fueron repelidos por los defensores paraguayos.El coronel Gerardo Rodríguez, comandante de la 7.ª División, encargado del ataque, había inspeccionado la primera línea solo tres veces en los meses anteriores y nunca en forma completa.Kundt le exigió que lo hiciera con más frecuencia: Las posiciones paraguayas de Nanawa se mejoraron substancialmente en los meses posteriores al primer ataque.Fue la primera derrota importante de Kundt y le permitió a Salamanca insistir en que las operaciones debían hacerse economizando hombres.Iniciado el combate, las fuerzas bolivianas, que habían capturado las primeras líneas con facilidad, atacaron la segunda línea y pese al cansancio intentaron tomarla.Por eso, de mala gana, movió las reservas destinadas a su ofensiva trayéndolas desde Pirizal, Bullo, Gondra e incluso desde Nanawa para romper los cercos paraguayos cuando estos ya se habían consolidado y era demasiado tarde.Una vez fijadas las posiciones de los defensores, que opusieron una tenaz resistencia, pasó a la segunda fase: rodear por el oeste su flanco izquierdo.Ese día, el general Estigarribia asumió personalmente la dirección táctica de las operaciones en reemplazo del dubitativo coronel Ayala.[101] Según el general Peñaranda, esta carencia de oficiales y clases transformó al ejército boliviano en un «cuerpo sin alma».El alto mando paraguayo supuso que estas fuerzas podían afectar sus operaciones frente al fortín Ballivián y decidió atacarlas.Allí dijo: La nueva línea boliviana tenía una gran debilidad: el espacio abierto entre los dos Cuerpos de ejército que defendían Ballivián.Sin ninguna necesidad táctica, los bolivianos se empecinaron en aniquilarlo rodeándolo con un triple cerco perdiendo así el objetivo central de la maniobra y un tiempo valioso por la obstinada resistencia que ofreció esa pequeña unidad paraguaya.La falta de este vital elemento fue una constante preocupación para el coronel Franco que dispuso perforar pozos en distintos puntos.Los dos brazos debían unirse en Puesto Burro, en la retaguardia de la 6.ª División paraguaya, al mando del teniente coronel Paulino Antola.Fue el mejor cerco que lograron realizar los comandantes bolivianos en toda la guerra y Salamanca no se privó de decírselos.Pero los problemas siguieron siendo los mismos: los soldados reclutados masivamente, aunque estaban bien armados, carecían de preparación y experiencia para el combate, a lo que se sumaba defectos muy ostensibles en la conducción.[148] Nuevamente el general Estigarribia pensó en tomar Villamontes pero esta vez desatando previamente sobre sus defensores un verdadero ataque de artillería.
Primera ofensiva paraguaya (septiembre a diciembre de 1932).
Teatro de operaciones batalla de Boquerón y alrededores
Primer ataque boliviano a Nanawa. Situación entre el 20 y 24 de enero de 1933.
Rojo: fuerzas bolivianas.
Azul: fuerzas paraguayas.
Ofensiva boliviana de enero a marzo de 1933.
Segundo ataque boliviano a Nanawa: el mayor ataque frontal de toda la guerra. Situación inicial correspondiente al 4 de julio de 1933.
Rojo: fuerzas bolivianas.
Azul: fuerzas paraguayas.
Tanque Vickers Mark E, tipo B, de 6 toneladas, destruido en Nanawa.
Campo Grande: situación al 15 de septiembre de 1933.
Rojo: fuerzas bolivianas.
Azul: fuerzas paraguayas.
Mortero tipo Stokes Brandt.
Plan estratégico del Ejército boliviano.
Rojo: fuerzas bolivianas.
Azul: fuerzas paraguayas.
Teatro de Operaciones zona Ballivian-El Carmen.
Rojo: fuerzas bolivianas.
Azul: fuerzas paraguayas.
Blitzkrieg 2.º CE paraguayo (17 de agosto al 6 de septiembre de 1934).
Batalla El Carmen. Situación al 16 de noviembre de 1934.
Rojo: fuerzas bolivianas.
Azul: fuerzas paraguayas.
Plan estratégico del general Estigarribia: cerco y persecución.
Rojo: fuerzas bolivianas.
Azul: fuerzas paraguayas.
Batalla de Yrendagüé. Situación al 8 de diciembre de 1934.
Rojo: fuerzas bolivianas.
Azul: fuerzas paraguayas.
Teatro de operaciones desde enero a junio de 1935.
Avance directo e indirecto del CE-2 paraguayo hacia Carandaitý y retirada boliviana hacia Boyuibé en enero de 1935.
Rojo=Fuerzas bolivianas.
Azul=Fuerzas paraguayas.
Etapas (1-2-3) en que se dividía el plan de la ofensiva boliviana lanzada en abril de 1935
Reunión en Puesto Merino de los comandantes en jefe de ambos ejércitos después del armisticio, 18 de julio de 1935.