Segunda batalla de Alihuatá
Propuso una retirada estratégica a la línea Magariños-Platanillos para que las tropas se repusieran y mientras tanto concentrar allí una fuerza de 80 mil hombres bien armados.[3] Aprovechando la visita de Kundt en La Paz, el coronel Toro envió al señor Roberto Bilbao La Vieja a visitar las grandes unidades para recopilar informaciones desfavorables sobre Kundt con el objeto de proponer su remoción ya que algunos oficiales declaraban que no pensaban seguir obedeciendo sus órdenes.Cuando Kundt volvió dio licencia a Toro para que viajara al interior del país, sacándoselo de encima.En esta ofensiva se empeñaría la casi totalidad de los 27 000 combatientes con que contaba todo el ejército paraguayo en ese momento.Kundt confiaba además que moviendo económicamente sus fuerzas por líneas interiores podía frenar el amplio y complicado envolvimiento paraguayo.El coronel Carlos Banzer, viendo el permanente deterioro de su situación, siguió pidiendo refuerzos.El día 4, la vanguardia paraguaya que guiaba el explorador Manuel Irala Fernández (alias ‘’Yacaré Valija‘’), salió al pajonal de ‘’Campo 31‘’, sobre el camino Alihuatá-Saavedra.El RI-41 "Colorados" boliviano trató de contener ese avance a la altura del "km 31", pero fue arrollado.A las dos horas, en la noche del 6 de diciembre, el subteniente Jaime Urriolagoitia informó que había chocado con fuerzas enemigas.Esta acción abrió una brecha de 1200 metros en el sector defendido por el teniente coronel Pareja por donde se infiltró la división paraguaya.Los informes, muchas veces confusos, sobre los movimientos del enemigo se iban reduciendo prácticamente a los partes diarios de la aviación que sólo podía detectar a los camiones enemigos que se movían de un lado al otro por los caminos.[9] Algunas pequeñas unidades bolivianas lograron huir antes de que el cerco se cerrara completamente; lo hicieron con gran sacrificio y muchas bajas.