Era solo un punto intermedio en el camino de Picuiba a Carandaity, distante 70 kilómetros al oeste del primero y a 50 kilómetros al este del segundo, por el que había que pasar necesariamente.
Mientras conversaban en el camino comenzó el sorpresivo ataque paraguayo por lo que se pudieron salvar de caer prisioneros.
La aviación boliviana detectó el movimiento paraguayo en la retaguardia avisando al comando y este lo comunicó al teniente Pol, que había quedado como comandante interino del fortín.
De estos hombres muchos volvieron para rendirse, otros murieron de sed y agotamiento, porque cada vez que el teniente Pol salía al camino se encontraba con que las fuerzas paraguayas ya habían pasado por el lugar en su rápido avance hacia Carandaity.
En Algodonal se capturó un parque importante, incluso armas nuevas sin sacar de los cajones.