Batalla de Campo Grande

Cinco kilómetros a la izquierda, en Campo Grande, estaba desplegado el regimiento RC-2 "Ballivián", al mando del teniente coronel González Quint.

Las patrullas paraguayas constataron los pocos soldados y el aislamiento de estos tres núcleos defensivos por lo que el coronel José Félix Estigarribia, comandante del ejército paraguayo, planeó que la 7.ª División, al mando del teniente coronel Ortiz, realizara tres cercos al mismo tiempo.

Al mismo tiempo la infantería se abrió por ambos costados, salió a su retaguardia y cortó el camino que lo conectaba con Alihuatá.

[3]​ A la noche del día 6 de septiembre, el regimiento "Loa", al mando del teniente coronel José Capriles, llegó a Alihuatá y se ubicó hacia el este para vigilar la picada que sale de Alihuatá hacia Pozo Favorito (Charcas).

Molesto por esta decisión, Kundt viajó a Alihuatá para analizar la situación con el coronel Carlos Banzer.

[5]​ Sin embargo, era en el ala izquierda, en Campo Grande, donde operaba casi toda la reforzada 7.ª División paraguaya con unos 3000 soldados.

Veinte minutos después la situación había cambiado radicalmente: Horas 10:00, habla desde [Pozo Favorito] Charcas subteniente Tovar con Jefesmadiv [Rogelio Ayala Moreira]: "Al parecer nos atacan dos compañías paraguayas con morteros".

[8]​ Al día siguiente un batallón y un pequeño escuadrón tuvieron que abandonar Puesto Pantoja ante el peligro de ser rodeados.

Pese a estos datos y sin darle tiempo para organizarse en su nueva posición, Ayala Moreira le ordenó a Capriles que apurara la recuperación de los puestos ¨Pantoja¨y ¨M¨ pero este no pudo evitar que el enemigo lo superara por los flancos.

El desconcertado coronel Banzer viajó a Campo Grande para analizar in situ la grave situación.

"Les aconsejo estar tranquilos, tomar bromuro y no dejarse contagiar con ese espíritu derrotista", le dijo Toro desde Muñoz repitiendo lo que pensaba Kundt de la situación.

Era la compañía Zambrana del regimiento "Loa", enviada erróneamente a Pozo Favorito (Charcas) y que ahora volvía en socorro de los sitiados.

El teniente coronel Ortiz había establecido tres líneas en ese sector, una mirando hacia Alihuatá ―para detener a las fuerzas bolivianas de socorro que pudiesen venir desde ese fortín, otra acosando a los sitiados, y una tercera, en el medio, para ir y venir en apoyo de una u otra pared.

[12]​ En el sector oeste, un oficial paraguayo planteó formalmente la rendición de las unidades bolivianas dando una hora para la respuesta.

Después de consultar con sus oficiales, el teniente coronel Capriles aceptó entrevistarse con un parlamentario enemigo.

El agotado regimiento "Campos", que se venía desplazándo y combatiendo sin parar desde dos meses atrás, realizó tres ataques consecutivos con graves bajas pero no pudo desalojar a la tenaz unidad paraguaya que, totalmente rodeada, hacía de tapón en la retaguardia del Chacaltaya.

Lo mismo había hecho con Bilbao Rioja en la batalla de Campo Jordán y con Barrientos en el fracasado ataque al fortín Fernández (Herrera).

[16]​ Además, esta batalla, pese a las pequeñas unidades empeñadas en la misma, marcó el cambio de estrategia del ejército paraguayo.

Situación al 15 de septiembre de 1933. Rojo=Fuerzas bolivianas. Azul=Fuerzas paraguayas.