[2] Finalmente las fuerzas paraguayas fueron organizadas en tres raleados regimientos integrados por veteranos con años de combate, como era el caso del "Batallón 40" que había encabezado las maniobras en El Carmen e Yrendagüé a fines de 1934.
[3] Su problema principal era la larga línea logística de 220 km que desde el fortín Carlos A. López (Pitiantuta) pasaba por Madrejón.
Las fuerzas móviles paraguayas que defendían esa posición fueron presionadas frontalmente por el RC-2 “Ballivián” y al sentir el ataque lateral del RI-14 “Florida” retrocedieron hacia Ingavi.
[5] Ayoroa decidió atrincherarse en Pozo del Tigre para incrementar también sus fuerzas antes de un nuevo intento.
Las fuerzas paraguayas se movieron con gran seguridad y rapidez debido al preciso conocimiento del terreno por haberlo explorado desde meses antes.
El 5 de junio las fuerzas paraguayas completaron el cerco cortando el camino Ingavi-Ravelo, en la retaguardia del RI-14.
[9] Estos hechos influyeron en la Delegación boliviana para decidirse a firmar el protocolo de paz: