Caída del Fortín Magariños

Ese fortín formaba parte de la poderosa línea fortificada entre Magariños y La China en donde se había instalado el reconstruido ejército boliviano para frenar el avance enemigo hacia el noroeste.

El Primer Cuerpo boliviano debía defender esa línea con dos fortines separados linealmente por 80 kilómetros pero que logísticamente tenía casi el triple de distancia.

Esta situación permitía a las fuerzas paraguayas operar cómodamente contra cualquiera de ellas en forma separada.

El día 11 se ocuparon algunos puestos avanzados pero al mediodía el comando paraguayo llegó a la conclusión de que el ataque demostrativo no había producido el efecto deseado pues el comando enemigo, sin darle importancia, seguía enviando refuerzos hacia La China.

El día 12, el comando boliviano, al enterarse de esta incursión en su retaguardia, ordenó la retirada en toda la línea abandonando las trincheras sin combatir y sin dejar nada.

En sólo 14 horas habían hecho un avance de 35 kilómetros y capturado un poderoso sistema defensivo.