Chaco Austral

Excepto en las áreas transicionales del oeste, prácticamente no existe ningún accidente orográfico notable en el Chaco Austral.

En el sector sudoccidental del Gran Chaco existen, de un modo disperso, pequeñas depresiones cuyo origen no es tectónico sino meteorítico: los cráteres de Campo del Cielo que en gran medida se encuentran ocultos al haber dado origen a lagunas.

En las depresiones –tal como se ha explicado ya en el parágrafo dedicado al relieve de esta región– suelen formarse humedales ("esteros" y "bañados") que, excepto en el extremo oriental y sudoriental de esta región, suelen secarse casi completamente durante la estación seca (todo el invierno austral), las únicas zonas que se mantienen inundadas son las del valle del río Paraná y la cuenca de Mar Chiquita.

En la mayor parte del Chaco Austral, debido a la continentalidad, predomina un clima seco; sin embargo los límites noroccidentales son transicionales con la perhúmeda zona de yungas o "La Yunga", por otra parte el meridiano 62ºW señala aproximadamente un límite entre un sector seco (al oeste) y un sector gradualmente más húmedo (al este), de modo que al este del referido meridiano las precipitaciones anuales se acercan a la isohieta de los 1000 mm/año.

Una gran alteración ecológica ocurrió durante la primera mitad del siglo XX época en la cual fueron depredados los quebrachales para la fabricación de carbón (usado en los ferrocarriles de entonces), "durmientes" (nombre metafórico que en Argentina se da a las zapatas que soportan los rieles ferroviarios) y tanino, paralelamente en esa época se realizaron grandes desmontes (deforestaciones) para dar lugar al cultivo industrial del algodón.

Esto ha facilitado el efecto catastrófico de grandes inundaciones durante los hemiciclos húmedos y una denodación por erosión laminar del suelo.

Palmar en la ruta 29, Provincia del Chaco, Argentina.