Julián Besteiro

Tuvo un papel protagonista en la huelga general de 1917, por el que fue encarcelado en Cartagena.

Ingresó en 1879 en la Institución Libre de Enseñanza,[6]​ creada tres años antes por Francisco Giner de los Ríos, al que Besteiro profesó una gran admiración[7]​ y llegaría a dedicar numerosas alabanzas en la prensa.

[12]​ Tras su vuelta a España en 1897, ganó por oposición la cátedra de profesor de instituto en Orense y trasladó su plaza posteriormente a un instituto de Toledo donde ejerció la docencia desde 1899 hasta 1908, año en el que se le concedió licencia para estudiar en el extranjero, aunque su cese administrativo no se produjo hasta 1912.

[13]​ La primera formación política en la que militó Besteiro fue la Unión Republicana,[14]​ fundada en 1903 por Nicolás Salmerón y Alejandro Lerroux.

[39]​ Consecuentemente, y hasta que la burguesía cumpliese su misión histórica, la Unión General de Trabajadores debía aprovechar cuanta oportunidad le brindase el régimen dictatorial para mejorar la posición de la clase trabajadora organizada en torno al sindicato socialista.

[1]​ Llegó a afirmar, sin embargo que los socialistas no debían colaborar con fuerzas republicanas a la hora de conformar gobiernos burgueses para, en sus palabras, «conservar nuestra (la del partido) independencia y nuestra autonomía».

[57]​ En 1933 replicó a Amaro del Rosal que «hacer un movimiento para implantar el Socialismo mediante la dictadura del proletariado» lo consideraba «un absurdo imposible en las circunstancias actuales, y el anuncio de estos propósitos, que no se realizarán y si se intentan realizar resultarán un fracaso enorme, no servirá más que para estimular a la reacción».

Como en anteriores procesos electorales de la etapa republicana, la potente Agrupación Socialista Madrileña eligió a sus candidatos mediante antevotaciones.

Estas mostraron el predominio de la facción revolucionaria caballerista, que barrió a la candidatura encabezada por Besteiro.

Besteiro, por su parte, fue sólo el octavo candidato más votado, de ocho.

[68]​ Aunque las diferencias entre los candidatos de Frente Popular más y menos votados estuvieron sólo en torno a los 4000 votos, fueron los más moderados los que mejores resultados obtuvieron y los más radicales, los que menos —Largo Caballero fue el segundo candidato con menos votos; solo el comunista José Díaz obtuvo peores resultados—.

[71]​ Desde muy pronto dio por perdida la guerra; sin embargo, pese a las presiones de personas próximas rehusó repetidamente abandonar la capital.

Durante años había controlado una tuberculosis latente; pero el duro trabajo, la mala alimentación y la falta de calefacción hicieron que la enfermedad se activara.

El 28 de marzo todos los miembros del Consejo a excepción de Julián Besteiro partieron en avión hacia Valencia,[97]​ proponiendo Besteiro el nombramiento del anarquista Melchor Rodríguez García como alcalde de Madrid, cargo que este aceptó[98]​ y a su vez rindió al bando franquista el mismo día.

Se trataba de un antiguo convento también reconvertido apresuradamente en establecimiento penitenciario, pero las condiciones higiénicas eran mejores que en Porlier.

[104]​ Pero solicitó la pena de muerte para el político por el crimen de haber promovido un socialismo aceptable mediante la moderación,[108]​ y por haber sido «nefasto, terriblemente nefasto, en la política española».

[109]​ El abogado, además de hacer hincapié en las virtudes personales de Besteiro, negó que existiera causa para juzgarle y añadió que no se le estaba enjuiciando por sus actos, sino por sus ideas.

Estas palabras iban contra la estrategia seguida por su letrado y perjudicaban su defensa.

[29]​ El edificio estaba todavía ocupado por sus propietarios y tenía anexa una explotación agrícola que ayudaba a mejorar la alimentación.

Había sido reconvertido parcialmente en prisión destinada a un grupo de sacerdotes vascos y al propio Besteiro.

Sin embargo, al poco tiempo los propios monjes alegaron que no podían atender su estancia.

Sus allegados intentaron que se aplicara una norma legal que permitía la excarcelación de presos de setenta años o próximos a esa edad, pero la decisión debía ser tomada por el ministro del Ejército, el general Varela.

[nota 9]​ Jaume Claret Miranda tachó al presidio de «campo de concentración»;[87]​ mientras que Antonio Jiménez-Landi sostiene que ni la personalidad ni las condiciones físicas del reo conmovieron al alcaide de Carmona, que no permitió ninguna consideración hacia el político socialista;[125]​ Las fuentes son ambivalentes en lo referido a la causa del fallecimiento, que unas atribuyen a una infección[125]​ —que según Preston habría adquirido en las letrinas—[126]​ y otras a la tuberculosis.

[104]​ Serrano Súñer admitió a posteriori en sus memorias publicadas en 1977 que su condena y muerte en prisión constituyeron un "acto torpe".

[133]​ En ese sentido Juan Avilés Farré apunta que para Iglesias y Besteiro en esos momentos primaría un intento por mantener la unidad socialista.

"[135]​Ya Marx y Engels advertían en el Manifiesto comunista los peligros que entrañaría una posible interpretación reaccionaria del socialismo.

[138]​ Pese a este estatus en el panorama socialista previo a la guerra civil, Paul Preston apunta que las contribuciones efectivas de Besteiro, lastrado por cierta «rigidez moral», al pensamiento marxista fueron muy escasas.

[140]​ En la configuración de su pensamiento confluyeron influencias positivistas, neokantianas, marxistas y krausistas.

Un partido socialista fuera del poder no puede intentar acceder a él por medios violentos, pues puede degenerar en un reformismo violento similar al fascista, sino que tiene que construir un programa maduro de política gubernamental, a imitación del laborismo inglés.

La personalidad de Francisco Giner de los Ríos y la Institución Libre de Enseñanza influyeron notablemente en Besteiro. [ 9 ]
Fotografía de Besteiro publicada en octubre de 1912 en Vida Socialista con motivo de su ingreso en el partido.
Andrés Saborit , con el que Besteiro trabó amistad en la cárcel, [ 21 ] ​ fue uno de sus más fieles seguidores. [ 25 ]
Besteiro, Daniel Anguiano , Andrés Saborit y Francisco Largo Caballero en el penal de Cartagena, por Campúa (1918).
Largo Caballero compartió en un primer momento, al igual que Besteiro, la voluntad de aceptar la línea de colaboración que les tendió la dictadura.
Besteiro, en el centro, junto a Édouard Herriot , durante una visita de este último a España en 1932.
Julián Besteiro fotografiado entre 1935 y 1939.
Besteiro pasó los últimos días de la II República en la sede del Ministerio de Hacienda de la calle Alcalá .
«La diferencia entre revolución y evolución no existe en el socialismo». [ nota 10 ]