Batalla del Canal (1605)

A pesar de la desproporción de fuerzas, los hispánicos consiguieron abrirse paso y llegar a destino con pocas bajas en comparación con las enemigas.

En el canal de la Mancha le cortaron el camino no menos de 80 bajeles del almirante holandés Haultain.

Con su buque puso proa contra ellos, mientras el resto de su escuadra se retiraba para proteger la infantería trasportada.

Consiguió no solo frenar a los primeros dieciocho buques enemigos, sino que hundió a varios de ellos y otros quedaron desarbolados, dando con ello un tiempo precioso a los suyos y permitiéndoles al resto arribar al puerto de Dover para guarecerse bajo su fortaleza y artillería.

Sin embargo había logrado salvar a los buques de transporte que lograron desembarcar a los tercios.