A menudo se prefiere utilizar la denominación amazig, pues bereber viene de la adaptación al árabe del vocablo griego βάρβαρος, que quiere decir bárbaro.Aunque el color de la piel es claro, se cree que en realidad es una etnia mixta de caucásicos como los rifeños o cabilios y en poca frecuencia pueblos del África subsahariana, como por ejemplo los Tuareg, que son un grupo bereber mixto.[29][30] Esta denominación es común en Marruecos y en Argelia, y desde mediados del siglo XX se tiende a emplear el término amazig, la apelación original, en vez de bereber, un término importado, para reagrupar a todas las etnias bereberes (cabilios, chleuh, rifeños,[31] etc.).Los europeos medievales los incluyeron en los moros o mauros, nombre que aplicaban a todos los musulmanes del África septentrional.[38] Durante la época prerromana se establecieron varios estados independientes antes de que el rey Masinisa fundara Numidia y unificara la región.Las primeras expediciones militares árabes en el norte de África, entre 642 y 669 d. C., dieron lugar a la propagación del Islam.Kusaila, que tenía su base en Tilimsan (Tremecén), se convirtió al islam y trasladó su sede a Takirwan, cerca de Cairuán.Estos habían estado luchando contra los Omeyas en Oriente y muchos se sintieron atraídos por su ideología igualitaria.Varias dinastías bereberes dominaron durante la Edad Media en el Magreb, Sudán, Italia, Malí, Níger, Senegal, Egipto e Hispania.[cita requerida] Cada región del Magreb estaba compuesta de varias tribus, como los Sanhaya, Hawwara, Zenata, Masmuda, Kutama, Awarba o Barghawata, las cuales tenían autonomía territorial y política.Los bereberes ayudaron supuestamente a Abderramán I en al-Ándalus tras la masacre de su familia, cuya madre era bereber.El proyecto comparativo ASJP[53] (Automated Similarity Judgment Program)[54] del Instituto Max Planck, basado en la cercanía léxica medida por la distancia de Levenshtein construye un árbol donde el grupo zenati y oriental aparecen intermezclados.Junto a este elemento hay otros que lo completan, tales como las pruebas arqueológicas o las evidencias escritas.También es indispensable comentar que a este lugar del continente africano se le denomina la tierra de las caras blancas, en contraposición a la tierra de caras negras que se ubica en el África subsahariana, dándonos como resultado que, aunque vivan en el mismo continente, no pertenecen ni a la misma etnia y ni comparten el mismo ADN al cien por cien.Esto, físicamente, puede explicar también la relación que existe entre los europeos y los africanos pertenecientes al área septentrional del continente.En definitiva, existen diversas evidencias genéticas, aunque sean relativamente frágiles, que afirman la relación entre las poblaciones de Europa y las pertenecientes al continente africano.Para ello, se ha llevado a cabo un estudio mitocondrial que conecta al antiguo aborigen del archipiélago con el antepasado más cercano encontrado en África, uniendo así los olvidados linajes aborígenes canarios.Los estudios realizados sobre los cuerpos humanos pertenecientes a aborígenes canarios revelan que, aparte de compartir carga genética con los norteafricanos, se demuestra que la mitad de carga genética también está compartida con los humanos procedentes del sur ibérico.Lo que si debemos de tener en cuenta es que, de una manera u otra, relaciona a las poblaciones canarias con un pasado completamente mixto, ya sea norteafricano o no trae consigo una gran relación con el Levante o el continente europeo.Nosotros, para seguir analizando este hecho, nos centraremos en la relación genética puesto que los últimos estudios sobre dicho tema demuestran que las Islas Canarias, después de haber sido colonizadas por los primeros moradores, se encontraba aislada hasta la llegada de los normandos y castellanos.Según Renata A. Springer,[57] el líbico-bereber es un sistema escriturario compuesto de numerosos alfabetos, que ha sido empleado en África desde mediados del último milenio a. C. hasta la actualidad.[59] Según Renata A. Springer e Irma Mora, las modalidades líbico-oriental y tifinagh son las más estudiadas.El límite geográfico que separa a ambos líbicos se ha fijado, según Renata A. Springer, en la ciudad de Constantina, en Argelia.Asimismo, es preciso decir que la modalidad de sahariano o tuareg antiguo ya no se usa.Aunque el líbico bereber oriental parece tener mayores analogías gráficas con el alfabeto fenicios, resulta necesaria una más profunda investigación epigráfica que preste atención tanto a las similitudes fonológicas como formales ante la ausencia de evidencias arqueológicas previas al siglo III y al siglo II a. C. Carmen Díaz Alayón y Francisco Javier Castillo en su artículo Sobre la relación del bereber y la lengua prehispánica de Canarias: los estudios de Abercromby, Marcy y Wölfel plantean los distintos estadios por los que ha pasado la investigación de la escritura prehispánica canaria, que son los siguientes: A finales del siglo XIX y comienzos del XX, numerosos berberológos comienzan a tomar en cuenta los materiales canarios y poner en relación la lengua bereber con la canaria, dándose cuenta de que ésta puede ser la clave para la explicación de la escritura prehispánica canaria.Esto le llevó a pensar que la lengua canaria era un estadio primitivo del bereber moderno.G. Marcy concluyó en sus numerosos trabajos lo mismo que Abercromby, pero añade algo más: Los primeros moradores poseían elementos afines a los bereberes norteafricanos, sin excluir a la posible participación de otros núcleos no berberófonos en el poblamiento de Canarias.[61] Renata A. Springer y María A. Perera aseveran que «la escritura conocida como líbico-canaria no ha permitido hasta la fecha reconocer su adscripción a un sistema alfabético importado desde el exterior, por lo que se desconoce su historia y procedencia desde un lugar en concreto(...) aparentemente, la población optó en un momento dado por sustituir la grafía líbico-bereber por la líbico-canaria.Dadas las nuevas inscripciones líbico–bereberes halladas en los últimos veinte años se ha podido constituir un vasto corpus que ha permitido la comparación de los signos usados en las islas para comprobar si hay divergencias entre ellas.No obstante, sigue siendo una gran incógnita el momento en que esta grafía arribó a las islas y cuál es el lugar de procedencia exacto.
Mapa de Numidia h. 220 a. C., que muestra los reinos de Sifax y Gaia (padre de Masinissa).
Tumba de Masinisa en El-Khroub, Argelia, 148 a. C.
Los berberes romanizados crearon varios reinos cuando el imperio romano cayó en el norte de África, que desaparecieron con la conquista árabe.