Adolescencia

[4]​[1]​[5]​ El término adolescente aparece en el idioma español a mediados del siglo XV proveniente de la palabra latina adolescens o adulescens, participio activo del verbo adolecere, que equivale a crecer, robustecer.

Esto debido a la llegada del pensamiento abstracto que le permite desarrollar su capacidad para relativizar.

[9]​ [10]​ Sin embargo, la condición de juventud no es uniforme y varía según el grupo social que se considere apto.

[11]​ Aunque no existe un consenso sobre la edad en la que termina la adolescencia, psicólogos como Erik Erikson consideran que la adolescencia abarca desde los doce o trece años hasta los veinte o veintiún años.

El vello púbico en algunos casos coincide con el desarrollo mamario y en otros puede ser el primer indicio puberal.

Por último, en las mujeres que nacen con himen, este se engrosa y su diámetro alcanza 1 cm.

Se denomina pubertad precoz cuando aparece de manera anormalmente temprana (8-10 años).

El agrandamiento del epidídimo, las vesículas seminales y la próstata coinciden con el crecimiento testicular, pero no es apreciable externamente.

Puede comenzar a aparecer el vello axilar y, en ocasiones, en el labio superior (bigote).

La cadera crece antes que los hombros y el tronco, el cual se acompaña de una epífisis vertebral transitoria.

Todos los órganos participan en el estirón del crecimiento, a excepción de la cabeza, el timo, el tejido linfático y la grasa subcutánea.

Las necesidades nutricionales se hacen más intensas, hay disimetría fisiológica que causa cierta ‘’torpeza’’ motora, aumenta el metabolismo del calcio en el período de crecimiento rápido.

La madurez del sistema límbico y la poda sináptica facilitan la formación de redes neuronales.

Las dendritas reciben información, mientras que los axones actúan como canales de salida para la comunicación electroquímica.

El lóbulo occipital izquierdo, por su parte, se encarga de procesar la información visual.

La cognición, un proceso mental que despierta la curiosidad, se ve potenciada por la plasticidad neuronal.

Ejercitar el cerebro mediante actividades que demandan atención y constancia puede traer beneficios significativos, como la formación de redes neuronales más fuertes.

[16]​ Los cambios biológicos y orgánicos durante la adolescencia marcan de modo casi definitivo el dimorfismo sexual.

Estos cambios dependen en gran medida del tipo constitucional, factores genéticos y otros más circunstanciales como la nutrición o la presencia o no de determinados desbalances hormonales que no necesariamente tienen que ser patológicos.

Este crecimiento divergente da como resultado que los varones tengan hasta un 45 por ciento de su peso corporal en músculos y que las mujeres hasta un 30 por ciento de su peso corporal en grasa.

La cabeza aumenta muy poco en tamaño, pero la cara se diferencia tomando aspecto de adulto, sobre todo por el reforzamiento mandibular, muy evidente en el varón y por los cambios en la nariz.

El corazón y los pulmones también participan en el estirón del adolescente, más marcadamente en los varones, en quienes aumenta la presión arterial, así como la capacidad sistólica.

Estudios han demostrado que el teléfono móvil es el dispositivo tecnológico más popular entre los adolescentes y su disponibilidad casi llega al 100%.

[24]​ En el siglo XXI se ha vuelto importante la fuerza que han adquirido los medios de comunicación y en consecuencia las innovaciones de los dispositivos tecnológicos desde la radio, hasta los teléfonos inteligentes pasando por la televisión y el internet.

[31]​ Los adolescentes son más proclives a tener conductas adictivas porque han nacido en un mundo de Internet y dispositivos tecnológicos y conjuntamente, son ellos los que disponen de mayor tiempo libre para ocuparlo en las redes sociales o videojuegos.

Sin embargo, no todos los adolescentes caen en la adicción, los más propensos a caer son aquellos que tienen una personalidad vulnerable, una estructura familiar débil y relaciones sociales pobres.

[32]​ Además la presión de grupo así como el estrés también contribuyen a que un individuo se vuelva adicto.

[37]​ Estas agresiones pueden desembocar en reacciones negativas como la adicción a las drogas o el suicidio.

La llegada a la adolescencia se ha celebrado siempre con distintos rituales y ritos de paso, como pueden ser, por ejemplo, las distintas fiestas que, organizadas por los quintos, se realizan en España e Hispanoamérica.

Grupo de adolescentes
Adolescentes
Adolescentes chinos con ropa tradicional Hanfu .
Tórax y abdomen de un varón adolescente. Hay un cambio notorio en la estructura del torso, mucho más próxima a la de un adulto