Central a la construcción kantiana de la ley moral es el imperativo categórico, que actúa sobre todas las personas, sin importar sus intereses o deseos, en contraste con los imperativos hipotéticos, los cuales se deben obedecer si se quiere satisfacer un deseo.
Otros filósofos sostienen que los padres de Kant y su profesor, Martin Knutzen, influenciaron su ética.
El filósofo alemán G. W. F. Hegel criticó a Kant por no proveer suficientes detalles concretos en su teoría moral para afectar la toma de decisiones y por negar la naturaleza humana.
El filósofo alemán Arthur Schopenhauer argumentó que la ética debería intentar describir cómo se comportan las personas y criticó a Kant por ser normativo.
Michel Onfray sostiene que la filosofía kantiana no permite en ningún caso la desobediencia al deber, siendo así compatible con la obediencia ciega de un genocida y soldado nazi.
[8] Así, aquel primer postulado es necesario para obrar de un modo puro y desinteresado con respecto a ley moral; esto es, para actuar por mor del deber, interiorizándolo y acogiéndolo como propio de tal modo que nuestra entera moral quede adecuada a él.
[21] La concepción kantiana del deber no implica que las personas realicen sus tareas de mala gana.
Por lo tanto, cuando un agente realiza una acción por deber, es porque los incentivos racionales le importan más que sus inclinaciones opuestas.
[22] Para Kant, el sentido de la vida es vivir conforme a una correcta conducta moral "para que la conciencia no nos reproche nada, nos satisfaga y tranquilice".
[35] Argumentó que la ley objetiva de la razón es a priori, existente externamente del ser racional.
Por lo tanto, según Kant, la moral racional es universal y no puede cambiar dependiendo de las circunstancias.
[36] La segunda formulación de Kant del imperativo categórico es tratar a la humanidad como un fin en sí misma:
Esta formulación requiere que las acciones se consideren como si su máxima fuese proporcionar una ley para un hipotético Reino de los fines.
Rechazando cualquier forma de coerción o manipulación, Habermas cree que el acuerdo entre las partes es crucial para alcanzar una decisión moral.
Argumentó que el imperativo categórico no puede justificarse por naturaleza racional o motivos puros.
Sin embargo, dado que los humanos no son virtuosos por naturaleza, una persona muestra "dignidad" al ejercer control sobre las inclinaciones e impulsos a través de la fuerza moral.
[69] Schopenhauer trazó un paralelo con la estética, argumentando que en ambos casos las reglas prescriptivas no son la parte más importante de la disciplina.
86).El filósofo Friedrich Nietzsche criticó todos los sistemas morales contemporáneos, con un enfoque especial en la ética cristiana y kantiana.
Intentó además socavar conceptos clave en la psicología moral de Kant, como la voluntad y la razón pura.
Desde este punto de vista, la libertad se enfrenta a la naturaleza: las acciones libres son aquellas que no están determinadas por pasiones o emociones.
El imperativo categórico, al no seguir el materialismo histórico, tiene un carácter "meramente formal y abstracto" porque no comprende que "las normas morales son históricas y que a cada clase social de cada época le son inherentes sus propias concepciones ético-morales".
[91] Entonces, según Engels en el prefacio Miseria de la filosofía, cuando ciertas condiciones se consideran "injustas" (por ejemplo, la esclavitud) esto no es más que un hecho económico "se halla en contradicción con nuestro sentido moral", pero "esto nada tiene de común con la economía política".
[92] Ambos Marx y Engels expresaron en La ideología alemana que Kant exigía una sumisión absoluta de los súbditos al Estado.
[99] En su obra How Kantian Ethics Should Treat Pregnancy and Abortion, Susan Feldman razona que el aborto debería ser defendido de acuerdo a la ética kantiana.
[71] La filósofa feminista Catharine MacKinnon ha argumentado que muchas prácticas contemporáneas serían consideradas inmorales por los estándares de Kant porque deshumanizan a las mujeres.
[113] Sin embargo, Christine Korsgaard reinterpretó la teoría kantiana para establecer que los derechos animales están implícitos en sus principios morales.
Según su punto de vista rechaza el suicidio, así como cualquier acto autodestructivo, por dos razones.
Sin embargo, esta nueva máxima aún puede tratar al asesino como un medio para un fin, lo cual tenemos el deber de evitar.
Por lo tanto, aún se nos puede pedir que digamos la verdad al asesino en el ejemplo de Kant.
Él mismo confesó no estar de acuerdo con la Solución final, pero a la vez consideraba que simplemente debía obedecer órdenes.