El aeropuerto ha sido diseñado como el mayor del mundo, con una capacidad de hasta 150 millones de pasajeros al año, ampliables en el futuro hasta los 200 millones.
Según un informe publicado en febrero por el periódico turco Cumhuriyet, cerca de 400 trabajadores han perdido la vida en el lugar desde que comenzaron las obras en 2015, mientras que el gobierno sólo reconoce 27.
El aeropuerto también está situado en una ruta vital de migración de aves, lo que causa que estas desvíen un poco su ruta hacia otro lado.
El nuevo aeropuerto se localiza a 35 kilómetros al noreste de la ciudad.
Ocupa una extensión de 7.659 hectáreas que ocupaban en parte minas extintas de carbón que fueron clausuradas y cubiertas para la construcción del aeropuerto.