T. S. Eliot
Acerca de su nacionalidad y del papel de esta en su trabajo, afirmó: «[Mi poesía] no habría sido la misma si hubiese nacido en Inglaterra, y tampoco si hubiese permanecido en Estados Unidos.[7] En 1948 le fue concedido el Premio Nobel de Literatura «por su contribución sobresaliente y pionera a la poesía moderna».Su madre, Charlotte Champe Stearns, tenía aficiones literarias y llegó a publicar algún libro.Padeció una hernia doble abdominal de tipo congénito, lo que le impidió practicar muchas actividades físicas y limitó su relación con sus compañeros.Una vez que aprendió a leer, el niño inmediatamente se obsesionó con los libros y se absorbió por entero en los cuentos del Salvaje Oeste, así como en las peripecias del Tom Sawyer de Mark Twain.[11] En segundo lugar, también se acreditan los escenarios de su ciudad natal como origen de su visión literaria: «Es evidente que San Luis me afectó más profundamente que cualquier otro entorno; el hecho de haber pasado mi infancia al lado del gran río, algo incomunicable para aquellas personas que no lo han experimentado.[13] Su primer poema publicado, "A Fable for Feasters", apareció como ejercicio escolar en el Smith Academy Record en febrero de 1905.[14] También publicó tres historias breves, entre ellas "The Man who Was King", que refleja su visita a la Exposición Universal de San Luis, en 1904.Publica poesía en la revista de la universidad, interesándose por los poetas simbolistas franceses (Rimbaud, Verlaine, Corbière, Laforgue, etc.).En 1915 dio clases de francés, alemán e historia en un instituto, pero pronto lo abandonó: no iba con él la enseñanza.Sobre esta triste etapa en la vida de ambos se filmó en 1994 la película Tom & Viv, del director Brian Gilbert, protagonizada por Willem Dafoe y Miranda Richardson.[19] Al igual que su mujer, a lo largo de los años Eliot sufrió distintos trastornos nerviosos.En 1917 Eliot comienza a trabajar en el banco Lloyd's de Londres, donde permanecerá varios años.Está estructurada como monólogo dramático, a la manera de Robert Browning, utilizando la técnica del monólogo interior o "stream of consciousness", que pocos años después pondría muy de moda James Joyce.En 1927 Eliot da a su vida un giro muy llamativo, adoptando la nacionalidad británica y convirtiéndose al anglicanismo: «En una frase de un prólogo a una pequeña colección de ensayos titulada For Lancelot Andrewes decía yo que era clásico en literatura, monárquico en política y anglocatólico en religión.Debí prever que frase tan propicia para ser citada iba a perseguirme durante toda la vida».Sus títulos son: "Burnt Norton", "East Coker", "The Dry Salvages" y "Little Gidding".En los poemas, como en obras anteriores, hay asimismo abundantes referencias a los símbolos y tradiciones hinduistas, con los cuales estuvo muy familiarizado desde sus días de estudiante.Según Andreu Jaume, estos cuartetos son de inspiración teatral, aunque sin estar destinados a la escena, de manera que amalgaman el monólogo dramático, la poesía lírica y la meditativa en un equilibrio contrapuntístico perfecto.Cada uno se inicia con un razonamiento lírico ubicado en la localización que le da título (siempre lugares con significación religiosa); todos meditan acerca de la naturaleza del tiempo en algún aspecto, teológico, histórico, físico y en su relación con el ser humano.Sus restos fueron incinerados y, de acuerdo con sus deseos, sus cenizas reposan en East Coker, la villa desde la que sus antepasados partieron rumbo a Estados Unidos, y que da título a uno de sus grandes poemas.La segunda, el arrebatado vanguardismo o experimentalismo literario;[21] no en vano, junto a Wallace Stevens y Ezra Pound, fue el gran representante del modernismo inglés, que nada tiene que ver con nuestro «modernismo»: La tierra baldía.Son frecuentes asimismo las referencias a episodios o lugares con fuerte significación religiosa, como en la que muchos juzgan su obra maestra, Cuatro cuartetos (1943).Sus composiciones en imágenes brindan originales resonancias, profundos e inesperados visos espirituales; una riqueza y variedad de registros rara en la poesía del pasado siglo, si obviamos a uno de sus grandes contemporáneos, el portugués Fernando Pessoa.Otros aspectos importantes en su poesía, ya aludidos, fueron la influencia de los metafísicos (Donne, Marwell), los simbolistas franceses y la reacción contra el romanticismo.[32] Durante su estancia en el Reino Unido, Jaime Gil de Biedma también conoció en persona al angloamericano, cuya obra admiraba profundamente.En Latinoamérica, el autor más eliotiano, por su dedicación poética y crítica, quizá sea Octavio Paz.[34] La preocupación por la trascendencia se halla muy presente en dos importantes poetas españoles anteriores, de la primera mitad del siglo: el ya citado Unamuno y ese otro gran meditativo, más joven, llamado Luis Cernuda.Por el contrario, en Cernuda —asiduo degustador del poeta inglés, según recuerda Octavio Paz en su ensayo cernudiano La palabra edificante—,[35] meramente en frío desdén divino, como se advierte en su composición —que parece inspirada en la ya citada de Eliot— La adoración de los magos (1940).Era, en resumen, esa original imaginería religiosa, esa entrecortada letanía penitencial, salpicada de irónica inteligencia, lo que potenciaba hasta el grado máximo sus visiones apabullantes del absurdo y el desarraigo espiritual tan característicos del mundo moderno.