[1] La frontera natural con la diócesis de Asidonia-Jerez es el curso del río Guadalete.Los nombres de algunos obispos de esta diócesis se conocen no sólo en la época visigoda, sino también durante la dominación árabe, hasta 1145,[3] y que han permitido conocer a los obispos Rufino, Pimenio, Teoderacio y Geroncio.Alfonso X el Sabio continuó la reconquista y la restauración cristiana de Andalucía llevada adelante por su padre Fernando III de Castilla, y pretendió, sobre todo, asegurar las conquistas del sur de la península ibérica y realizar los proyectos africanos paternos.Satisfizo sus deseos con la agregación de Huelva, a cuya conquista había contribuido con sus huestes, pero no con Cádiz y sus aledaños.Cádiz va despertando y creció hasta convertirse poco a poco en la sede del monopolio del comercio indiano en 1717 desplazando a Sevilla.Para la instrucción del pueblo instauró la congregación de la Doctrina Cristiana en 1778.En 1873 el Cantón Federal de Fermín Salvochea cerró y derribó varias iglesias.El siglo XX llevó nuevas crisis económicas para una ciudad y puerto como Cádiz, sin las últimas colonias de Ultramar, (Puerto Rico, Cuba y Filipinas).El Movimiento Nacional con su enfrentamiento con la España Republicana en una larga Guerra Civil del 1936-1939, la España de Francisco Franco y el llamado Nacional Catolicismo marcan una etapa que repercutió en este territorio gaditano de manera especial.La Santa Sede nombró al obispo coadjutor Antonio Añoveros Ataún en 1954 Añoveros pastoreó la diócesis como titular entre el 1964 y 1971, pero en su etapa anterior sería ya el promotor del "aggiornamento" de la Iglesia Gaditana como partícipe activo del Concilio Vaticano II (1961-1965).Sus preocupaciones fueron el seminario, la conciencia social, la alfabetización y la vivienda, como se refleja en sus cartas pastorales.El fin del franquismo y la llegada de la democracia le tocó a Antonio Dorado Soto, que gobernaría la diócesis 20 años desde el 1973 al 1993, cuando fue trasladado a la diócesis de Málaga, siendo auxiliado en esta tarea por Ignacio Egurza El Busto (1926-1992), desde 1974 vicario general de la diócesis.Sus numerosas pastorales y homilías son el resultado de su profunda preocupación por resolver los problemas que se le plantean como pastor.En el siglo IV se ha documentado una comunidad cristiana, siendo prueba de ello la basílica Tardorromana.Esta iglesia, que según testimonios del siglo XV era rica en 180 columnas de mármol de diferentes colores,[11] cayó en ruinas y fue sustituida por una nueva catedral, construida entre 1685 y 1731.Su jurisdicción territorial varió varias veces a lo largo del tiempo.Debido a conflictos entre la Santa Sede por el patronato de la Corona portuguesa (Padroado), la diócesis de Tánger-Ceuta permaneció vacante durante algunas décadas a mediados del siglo XVII.Al hacerse Felipe II del trono luso se mantuvo la estructura del obispado pero, cuando en 1640 Portugal se sublevó, Ceuta mantuvo su fidelidad a Felipe IV.La muerte del prelado Gonzalo de Silva en 1645 sin estar resuelto el conflicto dio lugar a una larga sede vacante.Inicialmente los obispos de Cádiz se negaron a hacerse cargo también de la diócesis africana, que por tanto quedó confiada a los vicarios capitulares desde 1856.En 1933 el nombramiento del entonces patriarca de las Indias Occidentales, Ramón Pérez y Rodríguez, se hizo por vez primera como obispo de Cádiz y Ceuta, dos diócesis independientes, pero regidas por un mismo prelado.Según fuentes oficiales, durante el curso 2017-2018, estudiaron en el Seminario Mayor diocesano 13 seminaristas.
Santuario de Santa María de África, en Ceuta
Iglesia de Santa Cruz, primera catedral de Cádiz
Iglesia de Nuestra Señora de la Palma, excatedral de la diócesis de Algeciras