Raimundo de Losana o don Remondo[1] (Segovia, ?
[3] En sus tiempos de escolar le sacó un ojo a uno de sus hermanos, y como penitencia marchó a Roma, donde hizo sus estudios.
[4] De regreso en España fue favorecido por la reina Berenguela, sirviendo al rey Fernando III como notario, consejero y confesor; en 1249 fue nombrado obispo de Segovia.
Tras la muerte del rey sirvió a su hijo Alfonso X; en 1259 era coadjutor de Felipe de Castilla, que a pesar de ser lego había sido nombrado arzobispo de Sevilla, y cuando éste renunció a la sede para casarse con Cristina de Noruega, Raimundo le sucedió, permaneciendo al frente de la archidiócesis hasta su muerte, ocurrida en 1286 o 1288.
Tiene rotulada una calle en Sevilla con el nombre de Don Remondo.