[1][2] Durante mucho tiempo ha designado el llamado a participar de la vida consagrada (sacerdocio, monacato, etc.).
En plural, esta palabra designa el número de aspirantes a la vida religiosa y, en particular, al sacerdocio.
Dios le da a Moisés una vocación, como también es un nombre nuevo, como lo hace con cada uno de los personajes bíblicos cuando son enviados en misión (Abram se convierte en Abraham, Simón se convierte en Pedro, etc.).
Este aumento se debe principalmente a los continentes africano, americano y otros asiáticos.
[7] Esta cifra debe compararse con el aumento del número de católicos (+ 45% en el mundo todavía debido a los mismos continentes), paralelo al aumento de la población mundial durante el mismo período.
Muchos investigadores han intentado comprender cómo cada uno de nosotros avanza hacia esta o aquella profesión.
Las referencias teóricas que sustentan a los orientadores vocacionales se basan en diversas teorías.