Masacre de Badajoz

Además, al resultar vencedor de la contienda el bando sublevado jamás se produjo una investigación oficial sobre lo sucedido en la ciudad extremeña.[4]​[5]​[6]​ Al mando de las tropas que perpetraron la masacre de Badajoz se encontraba el coronel Juan Yagüe quien, tras la Guerra Civil, fue nombrado ministro del Aire por el jefe del Estado Francisco Franco.[11]​ Así lo relató el exalcalde socialista y diputado provincial Cayetano Ibarra en La otra mitad de la historia que nos contaron (2005):[12]​Allí las columnas rebeldes encontraron mayor resistencia que en otros lugares y los milicianos cumplieron la amenaza de que quemarían los dos edificios donde tenían a los prisioneros de derechas si las tropas rebeldes entraban en el pueblo.Fueron asesinadas 10 personas: dos oficiales del Ejército, dos guardias civiles retirados, dos religiosos y cuatro destacados derechistas.«No cabía duda de que se avecinaba la matanza», afirma el historiador británico Paul Preston.El asedio fue llevado a cabo por 2250 legionarios, 750 regulares marroquíes, y cinco baterías de artillería, al mando del entonces teniente coronel Juan Yagüe.El ataque final se produjo la tarde del 14 de agosto, tras bombardear la ciudad por tierra (a través de la artillería) y aire (mediante bombarderos trimotor, probablemente Savoia-Marchetti S.M.81 italianos) durante la mayor parte del día.El recinto amurallado era defendido por unos 3000 milicianos republicanos y 500 soldados, al mando del coronel Ildefonso Puigdengolas.Toda esta semana los portugueses han comprado relojes y joyería en Badajoz prácticamente por nada (.)Después de la primera noche se creía que la sangre llegaba a un palmo por encima del suelo."Volvimos al pueblo pasando por la magnífica escuela e instituto sanitario de la República.Pasamos una esquina, 'hasta ayer había aquí un gran charco de sangre renegrida', dijeron mis amigos.Una crónica más amplia aparece publicada en Le Populaire el 16 de agosto ―este mismo despacho aparecerá en la edición parisina del New York Herald Tribune firmado por Reynolds Packard, lo que dará lugar a cierta controversia―:[29]​[30]​[n. 3]​ Casi veinticinco años más tarde Marcel Dany confirmó al historiador Herbert Southworth lo que había contado y vivido.[35]​[36]​ La crónica que envió Jean d’Esme a su periódico fue publicada el 18 de agosto.[33]​[n.Una de ellas incluía la entrevista con el teniente coronel Yagüe en la que reconocía abiertamente la matanza.Dado el gran número de cadáveres se optó por quemarlos tras apilarlos en hileras en la explanada interior del cementerio.Muchos de los que habían conseguido huir a Portugal serían devueltos por la Dictadura salazarista aliada del bando sublevado[59]​ y ejecutados en su mayoría.Y sobre el estado de los vecinos en general afirmó lo siguiente (sólo había pasado una semana desde la matanza):[61]​9]​ Según Paul Preston, el propio teniente coronel Yagüe comentó: «Mañana, cuando hayamos concluido definitivamente la limpieza, todo estará listo para ampliar la operación.[67]​ Los que consiguieron huir se unieron a los miles de refugiados, incluidos muchas mujeres y niños, que cargados con sus pertenencias y sus animales intentaban llegar a la zona republicana encabezados por unos cientos de milicianos pobremente armados.[74]​ Von Funck era un aristócrata prusiano que tuvo un destacado protagonismo en la Segunda Guerra Mundial como comandante de la 7.ª División Panzer.Así, Luis Bolín, encargado de Prensa y Propaganda del bando sublevado, intentó que las imágenes tomadas por René Brut no se difundieran.[79]​ Otro profranquista, el padre Joseph B. Code declaró: «Se ha descubierto que en Badajoz no hubo matanzas en absoluto».[101]​ Al final del libro Espinosa Mestre concluía que «existió una intención previa de dar un fuerte escarmiento a Badajoz, por mantenerse fiel a la República y por ser la capital de la provincia más comprometida con la Reforma Agraria».[105]​ Por su parte Jay Allen, que estuvo una semana después, situó en 4.000 el número de víctimas.Como en otros lugares donde hubo una fuerte represión como Sevilla o Huelva, la mayoría de las víctimas no fueron inscritas en los registros.[122]​ Jay Allen consiguió entrevistar a Franco, en Tetuán (Marruecos español), el 27 de julio anterior.[132]​ En 2010, el juez del Tribunal Supremo Luciano Varela admitió a trámite una querella interpuesta por Falange Española contra Garzón acusándole de prevaricación por asumir la causa contra el franquismo, al entender que no tenía las competencias para ello.Varias organizaciones ciudadanas, secundadas por los historiadores Francisco Espinosa, Ian Gibson, Julio Aróstegui, Mirta Núñez, Julián Casanova, Josep Fontana, Paul Preston, Hilari Raguer, Alberto Reig Tapia, Ángel Viñas y Helen Graham llevaron a cabo una campaña y un manifiesto intentando la paralización de la obra,[137]​ al considerar que se tapaba parte de la memoria de la ciudad, pero al final esta fue llevada a cabo.
Mapa de las operaciones entre agosto y septiembre de 1936. Como se puede observar, la toma de la provincia de Badajoz era vital para el Bando sublevado , pues comunicaba el grupo de ejércitos del Sur con la zona Norte controlada por el general Mola . En rojo se puede ver la zona controlada por la república, en azul el territorio bajo control de los sublevados y en verde los avances de estos en este período.
Teniente coronel Juan Yagüe . Mandó las tropas que perpetraron la matanza de Badajoz.