A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional en la región de Extremadura.
[7] A finales del siglo XIX la producción minera alcanzó un fuerte auge en la zona de Fuente del Arco debido a las actividades desarrolladas en la mina La Jayona, lo que propició un importante crecimiento económico y poblacional.
Diez años después (1895) se inauguró otra línea férrea que llegaba a la zona, el ferrocarril Peñarroya-Fuente del Arco, de vía estrecha y construida por la compañía francesa «Peñarroya».
[9] Este segundo trazado también contó con su propia estación, situada junto a las instalaciones y la línea férrea de MZA.
La línea férrea de Peñarroya-Fuente del Arco se mantuvo operativa hasta su clausura en 1970, por no ser su explotación económicamente rentable.
[15] La nave principal la completa el pórtico mudéjar sobre arcos peraltados de la fachada sur, del siglo XVI, la cúpula octogonal y linterna de media naranja con camerino, y el campanario del siglo XVIII.