Antonio Castejón Espinosa

[3]​[4]​[5]​ Estos hechos propiciaron que Castejón haya sido considerado habitualmente un militar sanguinario.

[6]​ Nacido en Manila —entonces ciudad española— en 1896, ingresó en el Ejército a temprana edad.

En poco tiempo capturó a sangre y fuego las villas de Morón de la Frontera, Utrera y Puente Genil,[11]​ ganándose Castejón su fama de sanguinario por los brutales métodos utilizados en esta campaña.

[6]​ Reducida así la presión republicana sobre Sevilla y Córdoba, tras una reunión el 1 de agosto de 1936 recibió el encargo del general Franco de dirigirse hacia Extremadura, comandando una de las cuatro columnas que, a las órdenes del teniente coronel Juan Yagüe, debían enlazar con las fuerzas del general Mola situadas en el norte.

[13]​ El 21 de agosto rompió el cerco del asediado Monasterio de Guadalupe, poniendo en jaque a la columna «Fantasma» del capitán Uribarri.

En 1964 confesará a la viuda de Domínguez Muñoz: «Firmé en contra de mi voluntad» (le había solicitado una entrevista para pedir su perdón).