Sin embargo, esto obligó al militar a cambiar sus prendas y armadura para dificultar ser reconocido.
[27] En cambio, Zonaras dice que Flaminio estaba en Ariminum cuando Aníbal inició su marcha, y sólo se movió a Arretium para seguirlo.
[29] Ofrecía muchos pasos por donde cruzar los Apeninos, pero como era primavera el valle del Arno estaba inundado, así que Flaminio creyó imposible su cruce y no guarneció la zona,[30] haciéndola accesible a ser tomada por sorpresa.
[41][44] La mayoría de los animales de carga sucumbieron en el camino,[45] sirviendo sólo para apilar fardos sobre sus cadáveres y dar cobijos secos donde pasar la noche;[46][47] Aníbal no tomó precauciones para cuidar a las bestias: si era derrotado no las necesitaría y si triunfaba podría capturar nuevas.
[64][66] Sus tácticas se basaban en una disciplinada infantería pesada, excelente para un combate cerrado y formada en unidades flexibles capaces de adaptarse al terreno irregular.
[69][70] Estos eran reclutados en las levas anuales entre los ciudadanos romanos de 17 a 46 años para formar las cuatro legiones que mandaban los cónsules.
[68][73] La infantería se dividía en treinta manípulos formadas en una triple línea (triplex acies) de 1200 asteros, 1200 príncipes y 600 triarios apoyados por 1200 vélites como hostigadores.
[69] La caballería (equites) se organizaba en diez turmas (turmae) de unos treinta jinetes cada una;[74] usualmente eran jóvenes aristócratas muy entusiastas y que estaban mejor pagados.
[80] Por su parte, los vélites sólo tenían la espada corta, cinco a siete jabalinas, cascos sin cresta, una capa y un escudo redondo de mimbre (parma).
[88][89] En cambio, Fields considera que las tropas de Flaminio se reducían a las legiones romanas I y III más los itálicos.
[94] Eran profesionales leales a la familia Barca, que habían servido por una década o más bajo su mando en Hispania.
[99] Las únicas dos tribus celtas con el suficiente poder militar para dar un apoyo significativo a Barca fueron los boyos y los ínsubres.
[4] Los cartagineses levantaron su campamento e invadieron Etruria,[55] arrasando todo a su paso y causando incendios cuyos humos podían verse en la base de Arretium.
[125] Los cartagineses siguieron al sur,[89] buscando permanentemente provocar a Flaminio,[126] arrasando Etruria hasta el lago Trasimeno, marchando entre sus orillas y la ciudad de Cortona.
[156] No había ningún tipo de formación[157] y cada legionario se agrupaba con los más cercanos, luchando o retirándose según su propio valor.
[163] Finalmente, atrapados entre las colinas y el lago,[164] muchos romanos perecieron al ser empujados a las aguas.
[165] Otros, aterrorizados, arrojaron sus armas e intentaron escapar en cualquier dirección, a las colinas o el lago.
[168] También estuvieron los que, irracionalmente, intentaron nadar por las aguas profundas pero el peso de sus armaduras causó su ahogamiento o un paro cardiaco.
[186] Livio eleva los muertos del vencedor a 2500, agregando que muchos más murieron por sus heridas poco después.
[195] Acorde a Polibio, el otro cónsul, Gémino, estaba en Ariminum[196] con 40 000 hombres,[179] pero al enterarse de la invasión cartaginesa de Etruria levantó su campamento y decidió reunirse con su colega, sin embargo, su avance era lento y ordenó al propretor Cayo Centinio adelantarse.
[205] El historiador Robert L. O'Connell afirma que fue un caso único, donde todo un gran ejército fue emboscado y totalmente aniquilado.
Además, es falso que no tuviera experiencia militar, Flaminio fue cónsul antes, en 223 a. C., y venció en el río Oglio a los ínsubres.
Filippo Cluverio, en su obra póstuma Italia antiqua,[210] identificó el valle entre Monte Gualandro y Montigeto como «locus pugnae ad Thrasymenum lacum».
[214] Esta postura siguió como la aceptada por los eruditos hasta bien entrado el siglo XIX, siendo respaldada por Heinrich Nissen,[215] Josef Fuchs,[216] Luigi Pareti[217] y Gaetano De Sanctis.
A principios del siglo XX, Johannes Kromayer elaboró su teoría,[219] sistematizando lo propuesto por Thomas Arnold,[220] Theodore Ayrault Dodge,[221] Bernard Henderson[222] y F.
Cuando Aníbal vio que la mayoría habían entrado al valle ordenó un ataque general y los venció fácilmente.
El nivel del lago y la línea de costa romana hipotetizados por Susini son resultados incorrectos posteriores.
Aníbal sitúa el campamento en un lugar visible en la colina de Tuoro, y allí coloca la infantería pesada libia e ibérica.
Aníbal cree que ha llegado el momento de dar la señal para un ataque general y los romanos pronto se encuentran rodeados por tropas enemigas.
Finalmente, Brizzi y Gambini describen la ruta de escape de los 6000: asumiendo como destino la aldea etrusca cercana al monte Castelluccio, ya descrita por Susini, creen que la ruta debe pasar por el flanco Oeste del espolón Tuoro y continuar por las colinas.