La batalla del Oglio fue un enfrentamiento militar librado en el 223 a. C., durante la guerra entre celtas y la República romana en la Galia Cisalpina, con victoria de la segunda.
[15] Luego entraron en zona de los ínsubrios,[14] cruzando el Oglio posiblemente por Soncino,[16] devastando el país al saquearlo violentamente.
[17] Sin embargo, temían que los traicionaran, pues su fidelidad era inconstante y posiblemente no quisieran luchar contra otros celtas.
[27] Cuando se inició el combate, las legiones utilizaron las hastae al frente de la línea y los celtas doblaron sus espadas cortándolas.
[33] Sin embargo, Flaminio sólo abrió las cartas cuando ya había ganado la batalla y devastado el territorio de los celtas.
[34] Sólo entonces las legiones se retiraron por tierras de los ligures, devastando el territorio enemigo y dejando la guerra inacabada.
[39] Sin embargo, los romanos decían que por bendición de Júpiter, Flaminio pudo celebrar en su triunfo llevando un collar hecho del oro capturado a los ínsubrios.
Los romanos sólo pudieron reconquistarlo después de ganar la segunda guerra púnica y para 191 a. C. se habían impuesto nuevamente.
Sin embargo, se reporta que en 115 a. C., el cónsul Marco Emilio Escauro celebró un triunfo por derrotar a los galos carni.