Cuando Marco Claudio Marcelo fue conocedor de este nuevo intento de traición, avanzó a marchas forzadas desde Calas a Suessula y al día siguiente entró en Nola con 6000 legionarios y 300 jinetes.
Aníbal fue menos entusiasta en sus preparativos, ya que había fallado en el mismo propósito dos veces.
Las órdenes de Claudio Nerón eran seguir el avance cartaginés sin ser visto y atacar luego que comenzara la batalla.
Pero Claudio Nerón no fue capaz de encontrar las fuerzas enemigas, pese a estar día y noche cabalgando.
Marco Claudio Marcelo le había derrotado hasta tres veces en sus intentos de capturar la ciudad.