Maharbal

Tras la batalla, Maharbal pidió a Aníbal que le dejara cabalgar hacia Roma, donde en cinco días te darás un festín como vencedor en el Capitolio.

Aníbal alabó la voluntad de Maharbal, pero dijo que debía meditar sus planes.

A lo que éste respondió con la famosa frase: "Los dioses no han concedido al mismo hombre todos sus dones.

Estos jinetes se caracterizaban por montar sin silla sobre caballos pequeños y ágiles; su estrategia de ataque consistía en galopar contra el enemigo, descargar sus jabalinas o venablos y replegarse para realizar nuevas oleadas.

Se cree que Maharbal conoció a Aníbal durante la conquista de Hispania, antes del 220 a. C.