En un bombardeo aliado durante la Segunda Guerra Mundial, el negocio familiar quedó destruido.
Pero ella entonces hablaba muy poco inglés, y al cabo de seis semanas regresó a su casa por sentirse «vigilada permanentemente» por él.
El debut de Gina Lollobrigida en la industria estadounidense fue inmejorable: con un papel relevante en La burla del diablo (Beat the Devil, 1953), filme de John Huston rodado en Italia, donde compartió cartel con Humphrey Bogart y Jennifer Jones.
Luego protagonizó la coproducción francoitaliana El gran juego de Robert Siodmak, Crossed Swords con Errol Flynn, y fue alternando trabajos entre Hollywood e Italia.
Esta expresión recayó en ella por doble razón: era el título de una película en la que representó el papel principal, La mujer más guapa del mundo (La donna più bella del mondo, 1955), de Robert Z. Leonard, donde se codeó con Vittorio Gassman.
En dicha película encarnó a la bella Esmeralda, mientras que el papel de Quasimodo lo hizo Anthony Quinn.
En 1959, trabajó con Frank Sinatra y Paul Henreid en Never So Few (Cuando hierve la sangre), en cuyo rodaje se rumoreó que ella tuvo un affaire con Sinatra, y también rodó La ley con el francés Yves Montand.
En este mismo año interpretó a una prostituta en el filme Cervantes, sobre el famoso escritor español, donde trabajó junto a Horst Buchholz, José Ferrer, Paco Rabal y Fernando Rey bajo dirección de Vincent Sherman.
En 1968, acompañada por Shelley Winters, Phil Silvers y Telly Savalas, representó el papel principal en Buona Sera, Señora Campbell, película cuyo argumento inspiraría décadas después el musical Mamma Mia!, luego llevado al cine.
Avanzada la década redujo su actividad en el cine mientras retomaba su faceta como fotógrafa y escultora.
En el ámbito televisivo, en 1972 participó en la serie Las aventuras de Pinocho, dirigida por Luigi Comencini.
En 1986 participó en dos episodios de la igualmente popular serie Vacaciones en el mar (The Love Boat).
En 1990 recibe el ASP International Award de American Society of Photographers por su trayectoria en la fotografía.
Hizo algunas apariciones menores en los años 90 y en 1996 ganó un premio David de Donatello especial en reconocimiento a su carrera.
Explicó que se conocían desde muchos años antes, pues se encontraron en una fiesta en el año 1984, y que tuvieron posteriormente citas en secreto,[16] si bien muchas fuentes pusieron en duda tal afirmación, por la corta edad de Rigau.
En 2021, su hijo comenzó una guerra por su fortuna al alegar que su madre «carecía de plenas facultades» para llevar su ingente patrimonio.
La actriz buscaba un escaño en el Senado en las elecciones del 25 de septiembre, asegurando estar cansada de los políticos que solo discutían y no llegaban a nada, y explicando que Gandhi era su inspiración.