René Clair

No es sino hasta su primer film sonoro, Bajo los techos de París (1930), cuando será reconocido a nivel internacional por el público y la crítica.

Después del fracaso de su película El último millonario (1934), René Clair aceptó la oferta que le hace el conocido productor Alexander Korda para trabajar en Londres.

Se reunirá brevemente con el éxito con El Fantasma va al Oeste (1935), comedia de tono fantástico en la que brillan las estrellas inglesas Robert Donat y Jean Parker, pero su próxima película, Break the News (1937), versión inglesa de La Mort en fuite estrenada en Francia el año anterior, le llevó nuevamente al fracaso.

El Gobierno de Vichy le retiró entonces la nacionalidad francesa, aunque poco después anuló esta decisión.

La belleza del diablo (1949), donde revisa el mito de Fausto logrando una obra maestra, y dirigió a Gérard Philipe por primera vez, con quien volverá a coincidir en Mujeres soñadas (1952), película en episodios, donde sobresalen también Martine Carol y Gina Lollobrigida.

En 1955, apareció su primera película en color, Las Maniobras del Amor, que obtuvo el Premio Louis-Delluc y se convirtió en uno de sus mayores éxitos personales y profesionales, donde dio su primera oportunidad a la mítica Brigitte Bardot antes de su éxito con Roger Vadim el año siguiente.

Llevó más tarde a la pantalla una novela de René Fallet, La Grande ceinture, con el título Puerta de las Lilas (1957), un drama realista y trágico que tendrá una gran influencia en las siguientes décadas del cine galo, y donde aparece el cantante Georges Brassens en su primera interpretación fílmica.

En 1960, fue elegido miembro de la Academia francesa; siendo la primera vez que un cineasta profesional hace su entrada en la misma.